El del 22 al 24 de mayo se reunió el Congreso del PIT CNT, con 1173 delegados representando 67 filiales (sindicatos o federaciones de sindicatos nacionales, algunos de ellos de toda una rama de actividad).
La importancia del Congreso
El Congreso tiene una importancia formal: es el órgano soberano del PIT CNT y establece la línea política y de acción durante dos años, hasta la realización de un nuevo Congreso y además elige a la Mesa Representativa y eventualmente al Secretariado (esto último si hay acuerdo en la Comisión de Candidatos que sesiona durante todo el Congreso).
Pero aquí queremos rescatar la importancia política, que es clave. En el Congreso se transparenta la correlación de fuerzas entre las principales corrientes dentro del movimiento sindical y es el termómetro de la conciencia política del mismo, o al menos para establecer cuál es la conciencia predominante. Otro punto clave es el relacionamiento con el cuarto gobierno del FA y qué papel jugará el PIT CNT.
Las principales corrientes
Dentro del movimiento sindical, podemos destacar cuatro principales corrientes y el surgimiento de una quinta. Las tres principales son “Gerardo Cuesta” del PCU, (un partido revisionista que de “Comunista” apenas le queda el nombre) cuyos sindicatos referentes son el SUNCA y la UNTMRA y en general casi todos los sindicatos de la industria, su dirigente más destacado el Marcelo Abdala. Otra corriente es “En Lucha”, con un discurso apenas social-populista, sus principales sindicatos son COFE y la Federación de Municipales con un peso muy grande de los sindicatos del Estado, su referente es Joselo López y anteriormente también Valeria Ripoll. La tercera es “Articulación”, la corriente del presidente del FA Fernando Pereira, su principal sindicato es la FUM-TEP (maestras y funcionarios de Educación Inicial y Primaria), en esa corriente está el sindicato de la policía (SIPOLNA). Articulación es una corriente con un discurso tendiente a socialdemócrata. Perdieron sus principales referentes, Fernando Pereira quien hoy es presidente del Frente Amplio y Elbia Pereira quien ahora integra el CODICEN nombrada por el gobierno (pasó al otro lado del mostrador). La cuarta es la Coordinación de Sindicatos, una corriente que representa distintas variantes del “clasismo” (por clasismo definimos al sector del movimiento sindical que defiende con discursos y hechos la independencia de clase obrera sin importar quien esté en el gobierno) a ya es su tercer congreso, hoy su principal sindicato es ATSS, también la integran otros sindicatos “chicos” vinculados al sector público de sectores muy desmantelados del Estado como el Correo, el Instituto Nacional de Colonización y AFE y el sector privado. Sus principales referentes son Nathalie Barbé, Karina Sosa de ATSS, Santiago Pascale de UFC (funcionarios del CODICEN) y Fernanda Aguirre del SUHGU (hoteles y gastronómicos). Además integran dicha corriente, sindicatos de base de otras filiales como es el caso del sindicato de Médica Uruguaya (uno de los más grandes dentro de la salud privada).
Una quinta corriente, es la que forman SINTEP y AUTE, estos sindicatos abandonaron la Coordinación de Sindicatos y su principal referente es Sergio Sommaruga del SINTEP, quien a pesar de haber llegado al Secretariado por acuerdo político del cual fue parte su anterior corriente, permaneció en el cargo.
El formato
Un mes antes del Congreso, la Mesa Representativa envío los documentos que las distintas filiales hayan producido, así como los de las comisiones centrales del PIT CNT. Ahí cada filial discute y resuelve sobre cada uno. Esta edición tuvo la particularidad de la existencia de un llamado “documento en mayoría” de una comisión política que aprobó la Mesa Representativa con la finalidad de redactar un DOCUMENTO ÚNICO sobre balance y perspectiva, programa y la línea política del PIT-CNT. Ese documento “en mayoría” que tiene olor a “oficial” fue redactado entre todas las corrientes menos la Coordinación de Sindicatos que redactó su propio documento, la FUS también redactó el suyo propio. La Mesa Representativa el 22 de abril aprobó el envío del “documento en mayoría” junto a los demás.
El pretexto de elaborar un documento único, era ya dejar para el congreso un solo documento “de unidad” y que en la comisión política se fueran licuando las diferencias y en todo caso se contraponían mociones. Esto en los hechos, implica que la verdadera discusión policía se diera en una comisión y no en el propio Congreso, el cual levantaría la mano de yeso o en todo caso votaría mociones contrapuestas. Este intento por suerte quedó desbaratado por la existencia del documento de la Coordinación de Sindicatos.
La discusión se dio en dos días, un día en comisiones: Balance y Perspectivas (donde se da la discusión política más profunda ya que se expresa sobre la situación política de los dos últimos años y sobre qué línea llevar hacia adelante), Autoconstrucción (donde se discuten propuestas de organización interna, participación, democracia sindical, etc), Programa y Plataforma (donde se llevan y discuten propuestas sobre líneas de acción) y Resoluciones Generales (donde se plantean resoluciones que no entran en las otras tres, sobre temas políticos, sociales, ambientales, etc).
El segundo día fue en sesiones Plenarias donde se votan las mociones que llegan de las distintas comisiones, así como los documentos que enviaron las filiales.
En general el tiempo no da para los debates profundos y los tiempos de oratoria no son equitativos, sino que cada filial tiene una cantidad X de minutos en función de la cantidad de afiliados, es decir que los sindicatos más grandes, hablan más que los más chicos.
En forma paralela se reúne la Comisión de Candidatos (donde va un delegado por filial) y ahí se discute la propuesta para un número de integrantes de la Mesa Representativa (el mínimo fijado por estatuto es 27 sin un número máximo). Ahí siempre reina la tensión, ya que es moneda corriente el planteo de reducir el número de integrantes de la Mesa Representativa (en el 2022 se había fijado en 44 titulares y 4 suplentes).
Algunos documentos
Vamos a destacar dos documentos, que muestran dos formas de encarar el movimiento sindical. El primero llamado “documento en mayoría” ya mencionado cuya principal y casi única estrategia para los próximos años es el diálogo para todos los temas: salario, desarrollo, seguridad social, salud, etc. Es consecuente son su postura de “bloque social de los cambios” al cual le podemos decir sumisión del movimiento sindical a los intereses electorales del FA. Del otro lado está el documento de la Coordinación de Sindicatos que plantea como estrategia la lucha obrera y popular, empezando por el salario y fijando el objetivo de no apoyar pautas de rebaja (como lo hizo el PIT CNT en 2020 y 2022) y propuso una plataforma. Este documento fue rechazado por el Congreso al votarse de forma contrapuesta con el documento elaborado por la mayoría oportunista.
Las principales discusiones
En este artículo destacaremos algunas discusiones que son sobre política de alianzas y democracia sindical. En cuanto a política de alianzas, la discusión gira en torno al concepto de “Bloque Social y Político de los Cambios” que se arrastra desde los últimos congresos. Este postulado que defienden las corrientes “Articulación”, “En Lucha” y “Gerardo Cuesta” a quien sumamos a Sergio Sommaruga con algunos matices, plantea que de un lado se encuentra el bloque de poder dominante integrado por la oligarquía, la gran burguesía y los partidos políticos de la derecha tradicional y sus satélites y del otro un gran bloque integrado por el Frente Amplio, la UdelaR, el PIT-CNT y las distintas organizaciones del campo popular. Esta tesis que habla de un bloque, es el aporte teórico que las corrientes oportunistas dentro del movimiento popular en general y dentro del PIT-CNT en particular, que explica la subordinación del PIT-CNT al Frente Amplio (acentuada cuando éste es gobierno). Este bloque de los cambios (que en realidad no existe, pero que sería conveniente que existiera un bloque REAL para cambios EN SERIO) en los hechos significó maniatar y dividir la lucha obrera y popular y subordinarla a los intereses electorales del Frente Amplio, aunque eso cueste dolor y sufrimiento para el pueblo. Del otro lado, se planta la defensa de la independencia de clase, contenido en el documento de la Coordinación de Sindicatos, el cual apoyamos. La independencia de clase no significa no tener política de alianzas, sino que ésta se da en función de las necesidades de la clase obrera y del pueblo para conquistar victorias o para defender derechos.
La otra gran discusión importante es sobre la conformación de la Mesa Representativa. En general, Articulación, En Lucha y Gerardo Cuesta intentan reducir su número. Quien se ubicó más a la derecha en este sentido fue Articulación y En Lucha (que en este Congreso fueron aliados) que planteaban reducir la Mesa Representativa a 36 integrantes, la Coordinación de sindicatos planteó que la Mesa Representativa debe estar integrada por todos los sindicatos que quieran formar parte de la misma lo que implicaba en los hechos ampliar de 48 sindicatos (44 titulares y 4 suplentes) a más de 50, por su parte la Gerardo Cuesta planteó como “posición intermedia” que el número de integrantes fuera de 41, es decir, reducir (aunque no tanto) la Mesa Representativa.

El desenlace
En el Congreso se aprobó el “documento en mayoría” y la definición a favor de la existencia del “bloque social y político de los cambios”, por lo cual predominan las posiciones oportunistas. En la votación de los documentos, el clasismo (en el documento de la Coordinación) tuvo una votación que superó en largo la cantidad de delegados de la Coordinación de Sindicatos.
En otro orden de cosas, todas las mociones de Resoluciones Generales fueron derivadas a la Mesa Representativa y así de forma abrupta, se terminó la Plenaria del Congreso el segundo día a las 19 horas ya que había urgencia en armar las listas para las elecciones. Entre las mociones de resoluciones generales estaban una sobre Palestina y el BDS (AFFUR y COFE), la unificación de los sindicatos de la carne y la expulsión del sindicato policial (presentada por AFFUR).
En la Comisión de Candidatos no hubo acuerdo en la integración de la Mesa Representativa ni en cantidad ni en integrantes, por eso la Plenaria resolvió por mayoría que el número fuera 41 y se convocó a elecciones. Las elecciones fueron el día sábado 24 y votan los 1173 delegados titulares en urna y voto secreto. Esto es muy importante ya que se garantiza que no hay mandato para votar a tal o cual corriente, situación que incomoda a las corrientes más grandes que buscan disciplinar el voto de los delegados de los sindicatos que dirigen. Como resultado, ganó la corriente Gerardo Cuesta con 473 votos (17 sindicatos), segunda quedó la alianza Articulación y En Lucha con 418 votos (15 sindicatos), tercera la Coordinación de Sindicatos con 136 votos (5 sindicatos) y cuarta la alianza AUTE – SINTEP con 4 sindicatos en la Mesa Representativa.
La participación de la Corriente Sindical Clasista
Nuestra corriente aun pequeña, contó con algunos delegados y desde los sindicatos de forma democrática trabajó mociones que fueron aprobadas por el Congreso. Una sobre la necesidad de intervención estatal y participación de los trabajadores ante el cierre de empresas, otra referente a emergencia de atender a las infancias, una sobre la solidaridad activa con Palestina (que luego se unificó con AFFUR) que sin dudas será aprobada en la Mesa Representativa y otra sobre exigir al gobierno como medida de emergencia que decrete YA, el Salario Mínimo Nacional en $35.000, para atacar inmediatamente el fenómeno de los llamados 25mil pesistas del cual algunos sectores que están en el gobierno levantaron bandera pero no hicieron nada. Será deber de levantar esta resolución desde las bases para hacerla cumplir. Por esto nos quedamos con la tranquilidad de haber tenido un grado de incidencia –aunque humilde- en las resoluciones que apuntan a despertar la lucha por los derechos de las grandes mayorías populares.
Un breve resumen
Al final se mantienen todas las tesis del oportunismo sobre la situación política nacional y la política de alianzas, lo cual es seguir negando en los hechos la independencia de clase respecto del FA, hoy en el gobierno. Eso es agravado por el hecho que la corriente mayoritaria dentro del PIT-CNT es del mismo partido que el ministro de trabajo Juan Castillo.
Este Congreso nos deja una Mesa Representativa más chica que la anterior, que trajo en los hechos y por los resultados de la elección y el lugar en las listas la exclusión de sindicatos históricos como el de la Aguja (SUA Vestimenta) y el del gas que luego por corrimientos posteriores en la lista Gerardo Cuesta (renuncias de sindicatos que eran titulares y se repetían en la lista de suplentes) ahora quedan como suplentes. También quedaron fuera el sindicato de Colonización y la Unión Ferroviaria pasó a ser suplente, junto al sindicato de paraestatales, son los que ya integraban la Mesa Representativa.
También hay cosas positivas. Por primera vez en mucho tiempo, todos los sindicatos de la Universidad quedaron dentro de la Mesa Representativa, esto es muy importante ya que empieza el periodo de la lucha presupuestal. El clasismo no pierde fuerza, a pesar de que durante el Congreso el clima no aparentaba ser bueno, el hecho de que las elecciones fueran con voto secreto también ayuda a que varios delegados clasistas puedan evitar los mandatos, los aprietes y los controles de las direcciones oportunistas. Se aprobaron resoluciones muy importantes como las referidas a protocolos de acoso intrasindical y la exigencia al gobierno de decretar el salario mínimo nacional a $35mil que ya comentamos.
Este Congreso, es una muestra más, de la necesidad de revertir la correlación de fuerzas en el movimiento obrero y popular.
Pablo Hernández