“Las Dos Caras de la Moneda” fue escrita por el camarada Nebio Melo Cuesta y publicado en “Justicia” 2da. Época número 2 en mayo de 1975.

El Fascismo
Durante todo un periodo estuvieron en lucha dentro de la oligarquía dos propuestas de dominación. El mantenimiento formal de la democracia o el terrorismo abierto.
Nuestro partido señaló desde abril de 1972 al fascismo como el enemigo principal de nuestro pueblo; denunció que el cuartel general fascista tenía su nido en la cúpula del ejército; aclaró que de ninguna manera podíamos ser indiferentes ante distintas formas de dominación estatal y repudió la confusión deliberada con que el revisionismo recibía los avances de las FFAA (hegemonizadas por el fascismo) hacia el monopolio del poder del Estado.
En 1973 los fascistas dieron dos saltos importantes hacia el poder en febrero y en junio – y a partir del golpe del 27 de junio fueron monopolizándolo rápidamente.
Este proceso de ascenso del fascismo tiene su punto culminante con la destitución de Chiappe – Groppi y es acompañado por importantes cambios ministeriales. Bolentini, Mederos, y Cohen quedan por el camino, Vegh Villegas (más yanqui que los propios funcionarios de la Embajada) le da otra calidad al Consejo de Ministros y un norte inequívoco a los planes económicos.
Los burgueses reaccionarios, también representantes de la oligarquía (su expresión tradicional en nuestro país), apretados entre la lucha del pueblo y el avance del fascismo han terminado casi por desaparecer como parte importante de la política nacional. No podía ser de otra manera; asustados ante las luchas populares tomaron, mientras tuvieron fuerza, medidas represivas que fueron abriendo el camino al fascismo; y cuando se impuso alguna salida acorde con sus concepciones de dominación como por ejemplo las elecciones universitarias, el movimiento popular les pasó por arriba.
Actualmente también hay diferencias entre las clases dominantes, pero el punto principal de las mismas es el reparto de la plusvalía. Los burgueses monopolistas y los terratenientes disputan, pero no sobre las formas de dominación. El proyecto fascista ha ganado al conjunto de las clases dominantes, los burgueses reaccionarios se han quedado prácticamente sin base social. Incluso las “elecciones” que actualmente se manejan en el seno de la dictadura, no tienen nada que ver con “aperturas” o algo que se le parezca; es solo una propuesta de institucionalización del régimen fascista.
La “salida política” de los burgueses reaccionarios que muchos creyeron “la más probable” ha quedado enterrada – al menos momentáneamente – con del desplazamiento de Chiappe y Cía. del Ejército. El proyecto fascista, la peor de todas las formas de dominación de los enemigos del pueblo, es el que se ha impuesto en el seno de las clases dominantes.
El nuevo paso que se apresta a dar la dictadura proyanqui es la institucionalización del fascismo, como nos enseña Dimitrov: “…El fascismo establece su monopolio político ilimitado, bien de golpe y porrazo, bien intensificando cada vez más el terror y el ajuste de cuentas con todos los partidos y agrupaciones rivales, lo cual no excluye que el fascismo, en el momento en que se agudice de un modo especial su situación, intente extender su base para combinar – sin alterar su carácter de clase – la dictadura terrorista abierta con una burda falsificación del parlamentarismo”. Sin duda el “modelo brasileño” ronda por las cabezas de Bordaberry y de la camarilla militar fascista. El objetivo de esta gente no es ya modificar el viejo estado democrático-Burgués, sino crear uno nuevo.
Los revisionistas no han sido ajenos al proceso de hegemonía primero y monopolización después del estado por parte de los fascistas. Cada vez que éstos han hecho preparativos para avanzar hacia el monopolio del poder, aquellos los han acompañado sembrando ilusiones en el seno de las masas populares. Sin duda que dentro de las FFAA hay corrientes que se oponen al fascismo. Con los fracasos que en la conducción del país han cosechado los fascistas en dos años de dictadura y el ocaso de la tendencia pachequista (Chiappe), los sectores antiimperialistas y progresistas encontrarán el terreno abonado para su desarrollo en el seno de las FFAA y – por supuesto – grandes simpatías entre el pueblo. Pero la actitud de los revisionistas de olerles el traste a cuanto uniformado se les ponga a tiro, estropea tanto el desarrollo de las corrientes “peruanistas” como una justa relación de éstas con el pueblo. Es en medio de la lucha del pueblo que los “peruanistas” encontrarán el mejor ambiente para manifestarse. Es muy posible que sólo logren organizarse como expresión de tal o cual sector popular (político o de clase), reflejando sus intereses. Y es el pueblo – en especial la clase obrera- quien debe conducirlos a ellos y no al revés.
La Entrega
Desde el punto de vista económico Vegh está coronando el proceso y ya hoy se puede afirmar que jamás hemos sufrido un gobierno más entreguista y antipopular.
Como veíamos al comienzo, la lucha en el seno de la dictadura tiene como eje principal el reparto de la plusvalía. Los sectores terratenientes[1] hacen oír, cada vez con mayor insistencia sus protestas y seguramente tratarán de obtener un nuevo ordenamiento ministerial y económico que resuelva el problema de la colocación de sus productos y mejore aún más, los precios “al productor”. La burguesía proyanqui de parabienes y los monopolios yanquis mirando con satisfacción la conducción económica de Vegh, que está forzando una concentración de la industria para servirla en bandeja y ordenadita al capital extranjero. Este proceso de “crecimiento industrial” significa esencialmente dos cosas: concentración de la industria de acuerdo con las exigencias que imponen los capitales extranjeros para instalarse y explotar en nuestro país; y al mismo tiempo, la ruina de la industria nacional.
Desde el punto de vista del pueblo el panorama económico es cada vez peor. Las devaluaciones monetarias, los impuestos, el precio de la vivienda y los salarios sufren constantes modificaciones que tiran cada vez más abajo el salario real, el poder adquisitivo de las masas populares y sus condiciones de vida. Y esto no es de ninguna manera un fenómeno pasajero: la marcha del conjunto de la economía del país es deficitaria y quién paga es el pueblo, porque los que mandan embolsan ganancias cuando el país gana y cuando el país pierde (y muchas veces ganan más cuando el país pierde). Para complementar el imperialismo yanqui, que es el sostén de la dictadura militar fascista, está en bancarrota y su política es exprimir todo lo que se pueda a quienes de él dependan.
Párrafo aparte necesitan los socialimperialistas soviéticos. Como cuervos tratan de medrar con la desgracia del Uruguay y del pueblo uruguayo, colaborando con su actitud a sostener la dictadura militar fascista que nos oprime. Desde hace dos años son los principales compradores de lana y ahora vienen por la carne. La crisis yanqui los anima en el intento de convertir América Latina en campo de sus disputas imperialistas.
El Uruguay es un país potencialmente rico y, sobre todo, políticamente muy importante. No hay que olvidar que estamos ubicados en medio de dos colosos; Argentina y Brasil. Lo que sucede en Brasil o Argentina repercute en forma importantísima en todo América Latina y lo que sucede en Uruguay tiene gran influencia sobre el proceso Argentino y Brasileño.
Los milicos fascistas apátridas, con sus títeres como Bordaberry, y los agentes extranjeros como Vegh Villegas han alentado con su conducta los viejos afanes anexionistas de los sub – imperialistas lusitanos y de la gran burguesía “porteña”. Los gorilas brasileños son en esto más descarados que los “porteños”. Después de las charlas anexionistas realizadas en su “parlamento”; han violado reiteradas veces nuestro territorio, intervinieron descaradamente durante la Huelga General del 15 días, han sido revelados planes de invasión a nuestro país, y últimamente han propiciado un incremento sospechoso del intercambio comercial (sospechoso por el carácter y las intenciones de uno y otro gobierno: uno anexionista y otro entreguista).
Una nueva Traición Revisionista.
A partir de la Huelga General hay un descenso en la lucha de masas y un avance constante del fascismo, que gana posiciones en cada una de las crisis que experimenta la dictadura.
Sin embargo el movimiento popular en 1974 comienza a reanimarse. Manifestaciones importantes el 1°de mayo, conflictos en las fábricas, ávidez por la propaganda revolucionaria, etc. Ante este panorama nuestro partido plantea en Agosto la proposición de un paro general de 24 horas, por salario y libertad.
Somos al principio una voz solitaria dentro del movimiento popular; pero a partir del éxito del paro del SUNCA, la CNT hace suyo nuestro planteo.
Desde ese momento todos íbamos al baile, claro que cada uno con sus propias intenciones. Mientras nosotros proponíamos el paro en la perspectiva de preparar un nuevo auge revolucionario y tratando de canalizar la reanimación de las luchas obreras (el trabajo de individualización por parte de la represión de los elementos más avanzados y activos se facilitaba al ir a la lucha cada fábrica o lugar de trabajo en forma aislada, se imponía entonces la necesidad de generalizar la lucha); los revisionistas aceptaron levantar la bandera de “Paro General por Salario y Libertad”, pero como una forma de negociar con la dictadura.
Estos traidores, primero, le pusieron fecha al paro con un mes de anticipación (cosa inaudita en este tipo de medidas); segundo, no prepararon el paro en los lugares de trabajo donde tienen alguna fuerza; tercero, no se animaron, después que toda la opinión pública nacional e internacional estaba informada, ni siquiera a hacer un paro parcial y menos prepararse para tomar medidas contra los carneros del transporte si el gremio resolvía parar; cuarto, levantaron el paro.
Como por casualidad, alrededor de esa fecha, comenzaba una feroz campaña represiva contra nuestro Partido y otras organizaciones revolucionarias; salía Arismendi de la Jefatura de Policía (donde no le tocaron un pelo, y decir esto en el Uruguay es decir mucho) rumbo a Moscú, y una misión comercial soviética comenzaba tratativas para adquirir carne uruguaya.
El levantamiento del paro, con todos los pormenores descriptos más arriba, iba a traer como consecuencia un importante retroceso en el espíritu de lucha de las masas.
Esto es aprovechado por la dictadura para desatar dos campañas represivas consecutivas (diciembre y febrero) contra el Partido Comunista Revolucionario, golpear a otras organizaciones revolucionarias, a las masas populares en general y a integrantes de base del propio partido revisionista.
PERO ESTA ES SOLO UNA CARA DE LA MEDALLA (el fascismo, la entrega, la traición); VEAMOS TAMBIÉN LA OTRA, LA MÁS IMPORTANTE.
Un Odio Sagrado
Nuestro pueblo, primero no se dejó embaucar (a pesar de la campaña revisionista) y después repudió – con la Heroica Huelga General – a los militares fascistas y su títere Bordaberry. Los sentimientos democráticos, antigolpistas, antimperialistas y antimilitaristas de nuestro pueblo habían sido desafiados y los orientales respondieron con el repudio y la lucha masiva.
De esto han pasado dos años, los fascistas se han fortalecido en el seno de las clases dominantes y han ocupado totalmente el poder del Estado, pero se han aislado cada vez más del pueblo uruguayo.
Los orientales hemos sufrido durante dos años este gobierno y ahora conocemos al fascismo en la práctica, a través de los hechos. Esta experiencia no se fabrica ni se borra con discursos y es la que va a determinar el hundimiento irremediable de la dictadura militar fascista. Nunca ha tenido el Uruguay un gobierno tan repudiado por el pueblo.
El Sol Disipará Los Negros Nubarrones
Sobre nuestro país tiene sus garras el imperialismo yanqui, sus ojos el socialimperialismo soviético y sus ambiciones los gorilas brasileños y la burguesía “porteña”.
Esto nos preocupa, pero no nos atemoriza. El pueblo oriental puede derrotar a todos los enemigos internos y externos, para eso cuenta con su propia fuerza y con el apoyo de los pueblos del mundo.
Contamos con nuestra historia, especialmente con el legado artiguista. Contamos con ricas experiencias de luchas recientes como las de UTAA, la de los obreros de la carne, de los textiles, de los trabajadores de UTE, de la SALUD, de los Bancarios, los estudiantes (1968), la lucha en 1973 contra el desafuero de ERRO y por la vivienda en CERRO NORTE; con la experiencia de la clase obrera en su conjunto, especialmente durante la Huelga General de 15 días en respuesta al golpe militar fascista.
Nuestro pasado lejano y nuestro pasado inmediato nos empujan a la lucha. El pueblo uruguayo no está derrotado, solo se ha dado un respiro para poder seguir luchando, está lleno de odio contra la dictadura militar fascista y cuando encuentre la forma de luchar con éxito y los dirigentes capaces de marcar una línea revolucionaria correcta y de ponerse a la cabeza, marchará al combate con más decisión que nunca.
Por otra parte, ¿Quién manda en el mundo? Miren lo que le pasa a todo el poderoso imperialismo yanqui en Vietnam y Camboya. Miren el papelón y la traición al descubierto del socialimperiamismo en Camboya, reconociendo a Lon Nol casi hasta último momento. ¿Y los gorilas brasileños y la burguesía “porteña”, no tienen acaso con sus propios pueblos?
Los imperialistas y anexionistas de todo tipo pelean desesperadamente entre sí, buscando una utópica salvación en el sojuzgamiento de otros pueblos, pero lo único que conseguirán será unir a los pueblos contra ellos y estimular su justa lucha.
“No se puede parar la marcha del globo terráqueo”, hoy en el mundo mandan los pueblos, la lucha de los pueblos se convierte cada vez más en un gran torrente histórico que barra cuanto encuentre a su paso”
El Revisionismo en Crisis
El revisionismo, que durante los últimos años (principalmente las décadas del 60 y 70) ha conducido a la clase obrera por el camino del reformismo, traicionando constantemente las luchas populares, ha entrado en profunda crisis.
El haber colaborado con el ascenso del fascismo al poder les está resultando fatal. Por un lado las grandes masas o incluso los propios militantes del PC repudian la política de obsecuencia hacia los milicos y por otro el propio ambiente que creo el fascismo no es el más propicio para la actividad revisionista.
Y esta crisis revisionista tiene las mayores posibilidades de agravarse, porque a esta altura, si siguen sin aparecer a la cabeza de las FFAA los militares soñados, les va a ser difícil parar la desintegración. Los problemas han pasado de las bases a los cuadros intermedios y de allí a la dirección. Hoy en día quien quiera conversar con el Primer Secretario del revisionismo tendrá que decidir por su cuenta si lo hace con R. Arismendi, con J. Pérez o con A. Suárez. Los revisionistas son agentes del enemigo metidos en el movimiento obrero, su crisis es algo positivo para todo el movimiento popular.
Las Organizaciones Revolucionarias
Las organizaciones revolucionarias también están en crisis. Pero éstas son completamente diferentes a las crisis del revisionismo. Al revisionismo los problemas le vienen por el lado de su línea política, mientras las organizaciones revolucionarias sufren – en la mayoría de los casos – saludables depuraciones.
La represión templa a unos y quiebra a otros. Siempre hay una minoría de elementos flojos que se quiebran, de elementos nocivos que aprovechan las circunstancias difíciles para mostrar su verdadero rostro, y de agentes enemigos infiltrados que salen abiertamente al ataque; pero aún en medio de represiones brutales como las que sucedieron en nuestro país la mayoría se templa.
La situación actual no es fácil porque la dictadura militar fascista conoce a sus enemigos. A los revisionistas los trata de una manera y a los revolucionarios de otra. Además los fascistas tienen una inteligente política de favorecer el desarrollo de los elementos nocivos en el campo de la revolución; para ello han dado muchas veces prerrogativas de todo tipo a los traidores, soplones y flojos dentro de las cárceles y se han cuidado muy bien de no tocar un pelo a las pequeñas corrientes liquidadoras que han surgido dentro de las organizaciones revolucionarias. En este sentido se puede afirmar sin equivocarse: Dime como te reprimen y te diré que eres.
El actual proceso de purificación y corrección de los errores pasados es necesario para salir delante de la actual difícil situación y lograr la unidad de los revolucionarios. Quienes durante años se han opuesto a la unidad de los revolucionarios han tenido hoy que mezclarse en el proceso de unidad para poder seguir saboteándola, pero han tenido que salir muy a la descubierta y no tardarán en ser identificados por todo el mundo.
La unidad de los revolucionarios es imprescindible para darle al movimiento popular una dirección revolucionaria. La UNIÓN ARTIGUISTA DE LIBERACIÓN es en esto un paso adelante. Nuestra aspiración es unir a todas las fuerzas revolucionarias y ordenarlas correctamente para que tengan una real capacidad de combate. Sobre esta base podremos aspirar a dirigir el movimiento popular y unir a todo el pueblo. La purificación de las organizaciones revolucionarias y las posibilidades concretas de unidad son fenómenos altamente positivos.
Perspectivas
Los fascistas obtendrán con su actividad, seguramente, el resultado inverso a sus propósitos. Bajo su dominio la necesidad de la Revolución Nacional y Democrática es fácilmente comprendida por los más amplios y distintos sectores antifascistas. Un gran frente antifascista que abarque a los más amplios sectores políticos y sociales con un programa democrático y antimperialista es una herramienta fundamental que necesita nuestro pueblo para tirar abajo la dictadura y dar así un gran paso adelante en la Revolución Nacional Democrática.
La unión de los revolucionarios bajo las banderas artiguistas puede y debe jugar un papel fundamental en la lucha contra la dictadura y en la concreción de un gran frente antifascista.
La dictadura militar fascista es una gran plaga para nuestro país y nuestro pueblo que ha tenido y tendrá que soportar enormes sufrimientos. Esta es una dura realidad, pero tiene también sus otros aspectos; el fascismo ha creado con su dominación un ambiente en el cual todas las clases y capas sociales de nuestro pueblo se ponen en fila detrás de la clase obrera, simpatizando, aplaudiendo e incluso sumándose a los intentos de lucha de la clase de vanguardia; lo mismo con las organizaciones revolucionarias, el resto de las organizaciones políticas antifascistas ven con simpatía sus actividades e incluso llegan a brindarles apoyo; y estos aspectos positivos se completan con la quiebra de las más variadas formas de oportunismo. El fascismo se ha instalado en el poder, ha sido hasta ahora una fuerza ascendente, pero ha llegado a su punto más alto, estamos asistiendo ahora al comienzo del descenso de la marea fascista, más precisamente al comienzo de su desintegración.
El aislamiento, las negras perspectivas económicas, y las propias contradicciones de la dictadura militar fascista determinan que el próximo auge revolucionario los baje del escenario, ya han dado su función. Debemos prepararnos concienzudamente para la lucha, los fascistas han ido borrando toda una serie de proposiciones y fórmulas intermedias. La Revolución Nacional y Democrática es la perspectiva de cambio que adquiere cada vez más fuerza. Con el próximo auge de la lucha de masas debemos lograr no solo el derrocamiento de la dictadura militar fascista, sino además, un gran paso adelante en la Revolución Nacional y Democrática.
Objetivos Inmediatos
FORTALECER EL PARTIDO DE LA CLASE OBRERA
FORTALECER LA ORGANIZACIÓN SINDICAL DE LOS OBREROS
LEVANTAR SINDICATOS DE ASALARIADOS AGRÍCOLAS
ORGANIZAR A LOS CAMPESINOS
UNIR A LOS REVOLUCIONARIOS
UNIR A TODO EL PUEBLO
DERROCAR A LA DICTADURA Y DAR UNA PASO ADELANTE EN LA REVOLUCIÓN NACIONAL Y DEMOCRÁTICA
PROGRAMA MÍNIMO
DESTITUCIÓN DE BORDABERRY Y DE LA CAMARILLA MILITAR FASCISTA. CREACIÓN DE UN GOBIERNO PROVISIONAL POPULAR Y PATRIÓTICO.
CONVOCATORIA DE UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE, POR SUFRAGIO UNIVERSAL DIRECTO.
CONVOCATORIA INMEDIATA DE UN GOBIERNO DEL PUEBLO, INTEGRADO POR TODAS LAS ORGANIZACIONES SINDICALES, POLÍTICAS, BARRIALES, Y DEPARTAMENTALES; DE LOS PEQUEÑOS Y MEDIANOS PRODUCTORES RURALES, INDUSTRIALES Y COMERCIANTES.
AUMENTO INMEDIATO DE SALARIOS Y PASIVIDADES.
CONGELACIÓN DE PRECIOS.
AMPLIAS LIBERTADES POLÍTICAS Y GREMIALES.
AMNISTÍA PARA TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS Y PERSEGUIDOS.
JUICIO Y CASTIGO A LOS TORTURADORES.
MORATORIA DE LA DEUDA EXTERNA Y NACIONALIZACIÓN DEL COMERCIO EXTERIOR, FRIGORÍFICOS Y BANCA.
EXPROPIACIÓN DE LOS GRANDES LATIFUNDIOS Y DEFENSA DE PEQUEÑOS Y MEDIANOS PRODUCTORES DEL CAMPO.
(Este programa levantado por nuestro Partido en Junio de 1974 mantiene total vigencia).
Como Luchar
Para lograr los objetivos marcados y poder cumplir el programa debemos desatar la lucha.
Las formas más elementales de lucha hacen un terrible impacto en la dictadura.
La concreción de un Paro Nacional por Salario y Libertad será fatal para los fascistas. Debemos prepararnos a conciencia porque dada la situación actual los acontecimientos se pueden precipitar detrás de la más pequeña escaramuza. Los regímenes de fuerza esconden generalmente detrás de la aparente fortaleza una gran debilidad. Han pisoteado la Constitución y todas las leyes del país, nos han declarado ilegales, nos han perseguido, nos han matado, nos han metido presos y torturado. Su único argumento es la fuerza.
Pero hasta ahora la fuerza se ha practicado de un solo lado. Una ínfima minoría utiliza la fuerza al servicio y en beneficio de otra aún más ínfima minoría. ¿Con qué argumentos, entonces, con qué razones, se puede impedir que la mayoría, que todo el pueblo uruguayo utilice también la fuerza? En nombre de qué leyes y de qué principios se puede pedir a todo un pueblo que se deje hambrear, encarcelar y asesinar?
La Lucha es a Muerte
Preparar y prepararse para un nuevo auge significa en este momento marchar paso a paso junto a las masas; no podemos darnos el lujo de avanzar con destacamentos asilados o sectores pequeños de las masas. Avanzar serenamente, paso a paso pero dispuestos a todo. La propia dictadura militar ha impuesto las condiciones. La dictadura nos ha declarado la guerra. ¿Podemos ponernos a discutir con las balas? Nuestro Partido hace un llamamiento a todo el pueblo uruguayo a prepararse para la guerra.
Debemos preparar nuestras fuerzas para aniquilar a los fascistas. Por prepararnos entendemos formar en cada lugar de trabajo, en cada barrio, en cada localidad o zona, destacamentos organizados militarmente, que se entrenen primero en la tarea de propaganda, destacamentos que sean capaces de organizar y educar a las masas del lugar para el respaldo y apoyo a la actividad revolucionaria contra la dictadura; destacamentos que se vallan pertrechando de todo tipo de elementos útiles para la lucha, destacamentos que tengan perfectamente ubicados a los fascistas del lugar, a los enemigos del pueblo y los lugares y elementos estratégicos de la zona. Debemos de estar dispuestos a marchar codo con codo, fundidos con las grandes masas y haciendo el recorrido que la lucha de clases nos imponga, pero preparándonos desde ya para la guerra.
La dictadura militar fascista quiere que el PCR le declare la guerra. No pierdan señores – por estos deseos – el sueño. Si tienen un poquito de paciencia verán cómo el pueblo uruguayo y el Partido Comunista Revolucionario no los defraudarán.
No acostumbrarnos a amenazar en vano, hemos corrido de nuestro partido a los charlatanes. Por ahora solo queremos agregarles lo siguiente: miren Vietnam, miren Camboya… y tiemblen; LO QUE VEN NO ES OTRA COSA QUE EL FUTURO.
LIBERTAD O MUERTE
Crisis de Mayo
Cuando en abril escribimos “Dos caras…” no esperábamos una confirmación tan rápida de uno de los temas centrales del artículo. Pero así de apuradas van algunas cosas en el Uruguay. Hasta ese entonces la crisis en seno de las clases dominantes habían sido provocadas o aprovechadas en lo fundamental por los sectores fascistas para ir monopolizando el poder. Con el descabezamiento de Chiappe por un lado, y el levantamiento del paro general por otro, los fascistas habían llegado a la cima; desde allí debía comenzar para ellos la cuenta regresiva, el descenso.
La tormenta de mayo ha confirmado esto, creando gran desorden en las alturas. La dictadura militar fascista ha comenzado a desintegrarse en forma palpable. A esta crisis seguirán otras, pueden ser muchas o pocas, depende del pueblo uruguayo; la que coincida con un alza en la lucha de las masas será seguramente la que marque el fin de este negro periodo. Las “soluciones” para esta nueva disputa son totalmente transitorias.
En un balance primario podemos ya afirmar que los sectores populares no han sido ajenos a los acontecimientos de mayo.
Una de las bases de la desintegración de la dictadura, es su aislamiento con respecto al pueblo.
Pero hay, además, en esta crisis, un elemento importantísimo; la participación en forma directa de la burguesía y la pequeño-burguesía del campo que están enfrentadas con la dictadura fascista y pro-imperialista por problemas coyunturales y por intereses de fondo. La crisis de mayo es un reflejo de la contradicción entre los sectores del campo (excepto los grandes terratenientes) hegemonizados por la burguesía y la pequeño-burguesía rural y el conjunto de las clases dominantes (la gran burguesía proyanky, especialmente frigorífica, la financiera y la exportadora, más los grandes terratenientes).
“La Revolución Nacional y Democrática es la perspectiva de cambio que adquiere cada vez más fuerza”.
La lucha de los sectores progresistas del campo se ha reflejado en sectores del ejército. Al descontento que existía ya desde hace algún tiempo en la masa de oficiales y soldados con la falta de soluciones para el país y con el trabajo sucio que a ellos les toca hacer, se le ha sumado el descontento de importantes sectores del campo que se oponen a la dictadura, y de esta mezcla es que ha surgido uno de los bandos que estuvieron en lucha en mayo. Esto es, por supuesto, independiente de la calidad de los personajes que olfatean el desarrollo de las cosas y se atropellan a ponerle la firma a las corrientes que comienzan a surgir con posibilidades de futuro.
Es un secreto a voces, que en el ejército, los distintos grupos, se han dirigido a diferentes puntas de la cuerda y han empezado a cinchar cada uno para su lado. El equilibrio logrado en la actualidad es muy precario y se mantiene gracias a: 1) la situación en que se encuentra la clase obrera, por culpa del revisionismo; 2) que las fuerzas recién han comenzado a reordenarse en el seno de las FFAA y a que – por ahora – la cuerda tiene más de dos puntas; y 3) La activa participación de Siracusa.
Todo el mundo se pregunta hacia dónde va el país, hacia dónde debe ir. En las fábricas, en los campos, arriba de los tractores, en los cuarteles, en las aulas, por todas partes la misma pregunta.
Nuestra respuesta es: hacía adelante, en pos de la Revolución Nacional y Democrática (Antiguista) con la clase obrera al frente, a cumplir su programa que es el nuestro, el Programa Mínimo del Partido Comunista Revolucionario.
Debemos luchar por la dirección, con nuestro programa por delante, hay que ir con él a todos los sectores, a las fábricas, a los campos, a los cuarteles, a los centros de estudio, debemos llegar a todos aquellos que tengan como enemigo al fascismo y al imperialismo.
* La clase obrera, es la clase que debe de estar a la cabeza del proceso, asegurando que el derrocamiento de la dictadura signifique un paso adelante en la Revolución Nacional y Democrática (Artiguista).
Debemos redoblar esfuerzos en la preparación de un paro por salario y libertad, contra el fascismo y el imperialismo.
* Ir al campo, organizar y movilizar a los asalariados agrícolas, apoyarnos en los campesinos, y apoyar la lucha de la burguesía rural contra la dictadura militar fascista.
* Hay que saber llegar a los cuarteles, atreverse a desintegrar el campo enemigo, disputarle al fascismo sectores de las fuerzas armadas. Aquí tiene especial importancia el trabajo que en las cárceles y en los cuarteles puedan realizar los camaradas y los compañeros presos.
* Entre los estudiantes, debemos luchar por fortalecer y extender el espíritu democrático demostrado el 19 de abril, en los actos programados por la dictadura para que los funcionarios públicos y los estudiantes con todo el sentimiento y la voz puestos en el “TIRANOS TMBLAD” del himno patrio.
* Trabajar activamente con la política de Frente Antifascista, que ha adquirido – a luz de los acontecimientos de mayo- nueva fuerza.
Hay que abrir los ojos, los últimos acontecimientos pueden ser el comienzo del fin de la dictadura.
Tenemos la obligación de estrechar filas y fortalecer el Partido. El Primer Congreso tendrá en esto una importancia vital. Los nuevos auges en la lucha de las masas y las nuevas crisis nos deben encontrar armados para enfrentar estas situaciones y poder dirigirlas. Si no imponemos nuestro programa, se impondrán otros, si no dirige la clase obrera, dirigirán otras clases.
No renunciar a ninguno de los puntos fundamentales de nuestro programa, luchar por imponerlos, no entregar la dirección del proceso a otras clases, poner en pie a la clase obrera, persistir en la unidad de los revolucionarios y prestar especial atención a la construcción de un Gran Frente Antifascista y Antimperialista; estas deben de ser nuestras máximas, en este periodo.
No subestimamos al fascismo (aún mantiene importantes posiciones en el ejército y la historia nos enseña que esta gente no se quedará cruzada de brazos), pero tenemos una enorme confianza en la fuerza del pueblo.
De esta manera nos alejamos de las falsas ilusiones quietistas de los revisionistas, del optimismo vacío de algunos charlatanes pequeño-burgueses que desde el balcón de enfrente sueñan con que otros les saquen las castañas del fuego, y nos preparamos para las luchas decisivas conociendo a nuestros enemigos y conscientes de nuestras propias fuerzas.
[1] La extensión y finalidad del artículo nos obliga a hablar de “terratenientes” en general, siguiendo los pasos de una jerga política que ha popularizado este término extendiéndolo a diferentes sectores de grandes y a veces hasta de medianos propietarios del campo y del ganado que en realidad tienen entre sí muchas diferencias. Si tomamos los extremos de los que comúnmente se denomina con este término, nos encontraremos por ejemplo con lo siguiente: por una lado, un pequeñísimo núcleo de grandes terratenientes que – como afirman ellos mismos- nunca han estado mejor que ahora, se han beneficiado con la situación existente en el campo aprovechando para comprar a bajo precio tierras e incluso ganado (unas de las consecuencias de la política agropecuaria de la dictadura, es una mayor concentración de la propiedad de la tierra en pocas manos); por otro lado, los sectores que más se acercan a la explotación capitalista del suelo (una especie de burguesía rural) que han sido los menos favorecidos y los más activos contra el gobierno, llegando en algunos periodos a tomar medidas “gremiales” contra el poder central.