
El gobierno de la derecha y ultraderecha agravó la explotación de la clase obrera y el pueblo y la entrega de los recursos naturales del país en beneficio de la oligarquía del gran capital y el imperialismo, de los “malla oro”, como los bautizó el propio presidente Lacalle Pou.
Impuso un ajuste fiscal y rebaja salarial de entrada en plena pandemia, luego la LUC, (ley de urgente consideración) de casi 500 artículos punitivos y represivos, claramente antiobreros, restringiendo las libertades sindicales y de manifestación pública y atacando la educación pública.
Luego la Reforma reaccionaria de la Seguridad Social, elevando a 65 años la edad de retiro y generalizando las AFAPs. Y finalmente la llamada “Transformación educativa” una reforma reaccionaria que golpea la educación pública.
Dejan firmado a último momento el contrato leonino del proyecto Neptuno-Arazatí, estancamiento económico, un alto déficit fiscal, mayor endeudamiento, una desocupación real alta por más que la maquillen no contando el seguro de paro, donde la mayoría de los trabajadores que están allí son por despido o con los “jornales solidarios”. Más de 500.000 trabajadores/as ganan líquido menos de $25.000, con una canasta de $120.000.
Se han extendido las privatizaciones, las tercerizaciones y el trabajo precario. Hay un 19% de pobreza multidimensional y una grave crisis de la industria y también en la agropecuaria por las grandes estafas de tres empresas financieras que operaban en el sector.
En lo internacional una alineación extrema y servil con el imperialismo yanqui y el estado sionista de Israel que está llevando un verdadero genocidio en Palestina.
La Crisis en la Industria
En pleno verano estalla el cierre de las 2 plantas de Yazaki, una en Colonia y la otra en Las Piedras. Es una empresa autopartista de capitales japoneses, que obtuvo todo tipo de exenciones y que deja 1200 obreras/os en la calle. Cerraron 2 laboratorios, Eurofarma y Baliarda que dejan de producir e importarán todos sus productos.
En la industria frigorífica hay unos 2800 trabajadores/as en el seguro de paro, 18,6% del total de esa industria, una parte ya despedidos y otra con retorno incierto.
Los más comprometidos son el frigorífico Casablanca en Paysandú y el de Paso de los Toros, éste de propiedad de Basso, de Conexión Ganadera, y el frigorífico BPU de Minerva en Durazno. Este grupo monopólico Brasileño-Saudi, por un lado insiste en comprarle tres frigoríficos a Marfrig, para llegar a dominar más del 50% de la faena y determinar aún más el precio del ganado y poder racionalizar su producción global, en base a despidos y la utilización rotativa de los seguros de paro (que paga el BPS).
En la industria láctea, despidos en Coleme de Cerro Largo, se mantienen los problemas en Calcar. Lactalis, monopolio francés que tiene trayectoria nefasta en el país compra Granja Pocha de Juan Lacaze, que recibió recientemente créditos estatales, en un turbio negocio y ya amenaza con el cierre un planta suya en Cardona.
En la construcción se destacan los accidentes de trabajo, recientemente los sucedidos en la empresa china CEMEC, que no respeta los derechos de los obreros a condiciones de trabajo dignas y seguras.
La industria del cuero y la textil y la de muchas otras ramas hace tiempo que están en una profunda crisis.
El gobierno del FA por su programa y designaciones: CONTINUISMO ATRÓZ
En la propia campaña electoral el presidente electo, Yamandú Orsi, designó al economista Oddone como ministro de Economía, que viene del asesoramiento de inversores y empresas privadas. Lo que ha dicho todo el tiempo lo reafirmó recientemente en una charla en Piriápolis, “la macroeconomía no se toca”, o sea que en lo fundamental habrá continuismo de la política económica, se mantendrá cumpliendo a rajatabla con las recetas del FMI y ajustándose a la división internacional del trabajo imperialista con “buenas intenciones” en lo social
Lo que plantea Oddone es muy importante ya que determina la base económica de toda la política futura del gobierno del FA, donde predomina ampliamente la socialdemocracia y el socialpopulismo.
Plantea que el “Uruguay tiene que crecer a tasas más aceleradas a los últimos 10 años-1% promedio anual” y que “estamos en condiciones con las mismas personas, con el mismo nivel de empleo, de producir más de lo que hacemos, y eso requiere aspectos del mercado laboral que hay que mirar, que vamos a poner sobre la mesa de la negociación salarial”. Por si alguien no lo entendió a los pocos días plantea abiertamente “desindexar los salarios”, no ajustarlos por la inflación, o sea rebaja de los salarios.
Oculta que el problema de la competitividad que tiene el país hace años y ha generado una permanente desindustrialización, tiene como base el atraso cambiario, que hace cara toda producción nacional, pero favorece la especulación financiera con mayor endeudamiento estatal, el agronegocio exportador y las importaciones de productos que podrían producirse en el país. Trata de asustar con una devaluación de golpe sin contención de precios y mantenimiento de salarios.
Estos planteos de Oddone donde expresa claramente sus objetivos se suman a las irritantes designaciones del equipo que va a estar al frente del BPS (banco de Previsión Social),todos ellos se opusieron al plebiscito popular que obtuvo casi un millón de votos en las pasadas elecciones y defienden las AFAPs.
Los anuncios que ha hecho Orsi y los ministros designados, continúan las vaguedades expresadas en la campaña electoral con el agregado del cuento del “Diálogo Nacional” que significa dilaciones a la resolución de los problemas urgentes de nuestro pueblo de Trabajo, Salarios y Jubilaciones, Salud, Vivienda y Educación, y que van a tratar de justificar su continuismo atroz por la falta de mayoría parlamentaria.
¿Es viable un desarrollo de la industria manufacturera nacional?
Nuestro partido y la CSC plantean que la cuestión de la viabilidad o no de la industria nacional está ligada a si nos mantenemos como país sujetos a las políticas del imperialismo-capitalista y su división internacional del trabajo y permitimos que se agrave su desmantelamiento y la primarización de la economía, o si emprendemos un camino de ruptura de la dependencia, de soberanía económica y política que permita hacer viable un desarrollo industrial que potencie el desarrollo de la economía en su conjunto y genere trabajo estable con salarios dignos para todos.
Pongamos un ejemplo, la industrialización del cuero, hay 2.500.000 cueros vacunos por año, más los ovinos, hoy a un precio muy bajo en el mercado internacional y nacional por la caída en su utilización en tapizado automotriz y vestimenta. Es mínimo ya el curtido completo que se realiza en el país. Esa falta de mercado para esta fase industrial en el país está ligada al ingreso masivo de calzado, vestimenta y marroquinería de China, Brasil y otros países.
Aquí tenemos una cadena industrial viable que puede generar rápidamente miles de puestos de trabajo, tiene materia prima barata y abundante, infraestructura instalada hay y se puede incrementar, es una industria tradicional donde hay mucho conocimiento acumulado.
El mercado base para esa producción sería nuestra población y luego lo que podamos lograr por acuerdos de mutua conveniencia comercial con los países de la región y del mundo. El estado juega un papel fundamental en crear estas condiciones, protegiéndola con impuestos, subvenciones y a través de compras estatales, por ejemplo calzado para los organismos públicos, escolares y liceales, etc.
Esto debería aplicarse también a la industria textil y de confecciones, por ejemplo brindando uniformes a todos los organismos estatales, lo mismo con la industria automotriz, la de neumáticos, la metalúrgica, el vidrio, la cerámica, la bebida, el plástico, etc.
Es necesario restablecer la industria de electrodomésticos, como se hizo en uno de los gobiernos argentinos hace unos años, cuando se les exigió a las empresas internacionales que si querían vender en el país produjeran en él, lo que en parcialmente y durante un período se logró.
¡Cambiar la correlación de fuerzas en el movimiento obrero y popular!
El predominio del oportunismo en la mayoría de la dirección en el movimiento sindical y social ha sido fundamental apoyo al desarrollo de las políticas reaccionarias de los sucesivos gobiernos que han llevado a esta situación. Es fundamental fortalecer organizativamente al clasismo al calor de las futuras luchas y cambiar la correlación de fuerzas para lograr emprender un real camino de lucha. En esa tarea centra su trabajo nuestro partido, con plena confianza en el potencial de organización y lucha de nuestra clase obrera.
¡ARRIBA LOS Y LAS QUE LUCHAN!
Ricardo Cohen