A tres años de la partida de Alicia, sigue presente en nuestra memoria y al calor de cada lucha

Alicia Fernández, camarada y dirigente de nuestro Partido Comunista Revolucionario, así como de nuestros frentes sindical y de mujeres, referente de la lista 960 “El Pueblo en Lucha” y de la Asamblea Popular – Unidad Popular, fundadora del Taller por la Liberación de la Mujer “Célica Gómez” y de la Corriente Sindical Clasista, profesora de Historia y militante clasista de ADES Mdeo. Alicia, la mujer, la comunista revolucionaria, la camarada, la compañera, la madre, la amiga… No hay palabras para explicar lo que ella significa para nosotras.

Alicia, docente y militante sindical clasista

Era profesora de Historia, fue una importante militante sindical en ADES Montevideo – FeNaPES, luchando por los trabajadores y la educación del pueblo, forjando clasismo y dando batalla constante contra el oportunismo en el gobierno y en el sindicato. Contribuyó a la formación de la agrupación 1° de Mayo, participó de la Directiva de ADES, fue delegada por Montevideo a la Asamblea General de Delegados de la FeNaPES, estuvo en cada Asamblea General de ADES, llevando la línea clasista revolucionaria, denunciando, proponiendo, reafirmando y formándonos. Fue congresal por Montevideo en los congresos de la FeNaPES, siendo impulsora del cambio en la caracterización del gobierno por parte de la Federación, en el Congreso de 2015, bisagra en este sentido. Por su puesto, siempre militando en sus núcleos y en sus zonales, el más reciente el Zonal Este, del que fue referente. Alicia estuvo al firme en la movilizaciones, ocupaciones, paros y huelgas, con su militancia, sus análisis políticos y su afecto que quedó en la memoria de un montón de compañer@s que recuerdan con cariño sus empanadas, torta fritas y ollas populares.

Y como debe ser para todo docente que lucha, trabajando en el aula y en la biblioteca de varios liceos, brindó todo de sí para la Educación Pública, imprimiendo también desde su labor la reflexión y la crítica real a este sistema y a la realidad concreta. Desde su disciplina realizó valiosos aportes, organizando y protagonizando charlas y otros eventos de formación e intercambio sobre temas históricos, destacando el artiguismo en nuestro país, en pos de una segunda y definitiva independencia. En tiempos donde la parte de nuestro pueblo que vive de la tierra sufre tanto las políticas del gobierno, Alicia supo aportar desde su formación académica y política, a la vigencia de la consigna de la reforma agraria, rescatando el valor del Reglamento de Tierras de 1815 al cumplirse 200 años de aniversario del mismo. 

Uno de sus últimos centros educativos fue el Liceo 10, donde se ganó el cariño y la referencia por parte de compañeros y estudiantes.

Junto con otros compañeros clasistas, conformó la Corriente Sindical Clasista (CSC) en 2015, consolidando un proceso de trabajo conjunto que ya desde hace varios, con su militancia y la de más compañeros, se venía llevando adelante, y que hoy marca un camino clasista dentro del PIT-CNT.

Alicia, luchadora y referente del movimiento de mujeres

Alicia fue nuestra referente en el frente de mujeres, que ella gestó, impulsando siempre la importancia de la especificidad de nuestra lucha, la necesidad de organizarnos y coordinar entre mujeres. Con ella aprendimos todo, tomamos consciencia de las problemáticas que sufrimos como mujeres en este sistema capitalista-imperialista, muchas de las cuales ella misma había sufrido pero que podía analizar desde la teoría y la práctica revolucionarias; entendimos la doble opresión a la que somos sometidas las mujeres, que debemos luchar por la liberación de la mujer en el marco de la de nuestro pueblo todo. Esto a su vez hoy implica enfrentar al gobierno como responsable concreto de nuestra problemática hoy y luchar por las reivindicaciones más sentidas del movimiento de mujeres. En este sentido, Ali hacía hincapié en la denuncia de todas las manifestaciones de la violencia hacia la mujer, desde las más específicas de las mujeres hasta las más generales por ser parte del pueblo pero que también nos afectan de forma específica a las mujeres. De esta forma, como mujer, también llevó esta causa a los ámbitos sindicales.

Es así que fundó hace más de diez años y fue la referente del Taller por la Liberación de la Mujer “Célica Gómez” que fue creciendo hasta ser hoy una organización importante del movimiento de mujeres, en la que las compañeras encuentran un lugar de lucha. En ese camino, Ali nos acercó a Célica Gómez, nuestra querida compañera a la que decidió, junto a otras fundadoras del Taller, homenajear a través del nombre de la organización, levantando siempre las banderas de nuestros mártires y la lucha contra la dictadura militar fascista.  

Siempre las palabras justas, las indicaciones correctas y la escucha, con la humildad de una grande siempre nos incluyó, siempre fue en busca de nuestras opiniones, sin imponer, queriendo aprender de las otras, haciéndonos sentir y ser valiosas y fuertes y dándonos impulso, promoviendo nuestra militancia con coraje. Nos conocía bien a cada una y destacaba siempre lo mejor de nosotras, lo que se reflejaba en los momentos que compartimos juntas, como en el último encuentro del Taller “Célica” previo al 8M, en el que con entusiasmo y conocimiento nos tomó fotografías para la propaganda del paro, con un “detrás de cámara” que con mucha alegría recordaremos.

Nos enseñó a dar la pelea en todo momento, la importancia de la fuerza de las mujeres, nuestra fuerza incontenible, enunciado que marca a fondo a cada compañera que integra la “Célica”. Alicia siempre lo compartió todo con nosotras, los materiales, los libros, las reflexiones, las charlas, las orientaciones en audiciones radiales y toda instancia…, nunca se guardó nada, siempre nos dio todo. Queda en nuestra memoria el recuerdo de cuando nos mostró el afiche de uno de los primeros encuentros de mujeres argentinas, en Chaco, cuya foto de una mujer con el niño en brazos y el puño en alto en el primer plano graficaba para ella la combatividad de las mujeres y así nos lo trasmitió. Ese afiche constaba del poema de Carmen Soler, “Ya”, con el que nosotras, y muchas con las que lo compartió, se han visto identificadas. Nos enseñó que hay que vendarse la herida y luchar.  Pero esa lucha, Ali la emprendía y la compartía con entusiasmo, que se demostraba en cada chiste, mirada cómplice, en el agite en las marchas, en las comidas, con sus infaltables guisos y empanadas, en los bailes para hacer finanzas, en las instancias previas y posteriores a las actividades, en todo momento. La recordaremos con su sonrisa cálida, su mirada atenta y perspicaz, su postura firme y hacia adelante y su puño en alto. 

En cada 8 de Marzo la “Célica” se movilizó, Alicia impulsaba la movilización en esa fecha tan importante con las compañeras de AMULP, cuando nadie salía a la calle, de las primeras movilizaciones que compartimos juntas. Luego también con la Coordinadora de Feminismos del Uruguay, que la “Célica” ayudó a fundar y hoy integra. Se sumaron las alertas, el 3 de Junio, el 25 de Noviembre y el movimiento de mujeres en nuestro país creció enormemente. No es para nada exagerado decir que, entre las mujeres que entregaron todo y fueron fundamentales en ese proceso, el nombre de Alicia no puede faltar, convirtiéndose en un importante referente en este movimiento y generando, aún en la diferencia política, gran respeto y cariño desde compañeras independientes del gobierno. Alicia fue una de las compañeras que se pusieron al hombro la convocatoria a los masivos 8M, en los que aprox. más de trescientas mil personas, en su mayoría mujeres, tomamos las calles, consolidándose como de las marchas más grandes del movimiento popular uruguayo. De hecho, Alicia propuso la consigna “Si paramos las mujeres, paramos el mundo”, plasmada en la pancarta principal del 8M de 2018, que ella misma sostuvo con otras compañeras. Esa consigna que ha sido tan sentida para las mujeres de nuestro país, que en cada rincón se apropiaron de estas palabras. Ali siempre destacaba el internacionalismo, el carácter de fecha internacional del 8M, la batalla de las mujeres en los pueblos del mundo.

De la mente y del corazón de Alicia es que nació el 1er EMU, Encuentro de Mujeres del Uruguay, amplio, autoconvocado, autofinanciado, donde se expresan todas las voces, realizando 3, 4 y 5 de noviembre de 2017. Ali había ido a varios encuentros argentinos, con su hija y con nosotras, además de otros encuentros de mujeres internacionales, representando a nuestro Taller, participando en debates decisivos en cuanto a la línea política sobre el movimiento de mujeres a escala global. Fuimos al 30° ENM en Mar del Plata (2015) y de allí nos volvimos maravilladas al ver a las mujeres del pueblo argentino discutiendo de tantos temas, predominando en la localidad, movilizándose en las calles. La emoción de Alicia en la inauguración de ese Encuentro y en la marcha, coreando junto a miles el himno, nos lo dijo todo, su sueño pasó a ser el de nosotras también: hacer el Encuentro de Mujeres del Uruguay.

Ali nos enseñó que hay que luchar hasta el cansancio por vencer y logramos juntas nuestro primer EMU. Su visión política nos orientó a participar de la organización de la ida al ENM de Rosario (2016) en dos ómnibus junto a un grupo de mujeres uruguayas, germen de la Comisión Organizadora del 1er EMU; idea de amplitud que nos fue enseñando en la práctica, por ejemplo con la acción que se aprecia simbólicamente en aquellas fotos del primer 25N de la Coordinadora, en la que con los carteles de las mujeres asesinadas dimos una señal de respeto hacia las masas movilizadas en la tradicional marcha de negro.  

El 2017 fue un año de mucho trabajo en la Comisión Organizadora del EMU, lo que entregó Ali en términos ideológicos, organizativos y prácticos no tuvo igual, aún recuperándose de la enfermedad. Las incipientes reuniones en el patio de Arquitectura y luego en AFFUR, los bocetos de logo, los principios del Encuentro, el programa, los lugares donde se iba a desarrollar, la vocería, la definición del futuro EMU, cada debate en el marco de la amplitud de la Comisión, las rondas, el inicio, el cierre, la marcha…, todo es impensable tal como se dio sin Alicia porque batalló en todo momento y vivó el Encuentro como ninguna. Y aún en los momentos más difíciles de su enfermedad, era objeto de su preocupación la continuidad del EMU.

Alicia, la comunista revolucionaria que estará con nosotr@s en cada lucha

Alicia reunía los conocimientos de la formación ideológica y la práctica en las luchas concretas. Aprendimos de ella y con ella a analizar científicamente la realidad a partir de las contradicciones, a militar en un frente único, a trabajar con las masas, a aprender de la gente, a impulsar nuestra línea con buen estilo, a confrontar con el oportunismo…, en definitiva, nos ayudó a entender y a ser marxistas-leninistas-maoístas. Nos acercó a las grandes mujeres revolucionarias como Clara Zetkin.

Fue una luchadora incansable, denunciando la política económica de este gobierno entreguista, del posibilismo, como remarcaba tantas veces. Como referente, nos daba confianza para animarnos a hacerlo todo; con sus esquemas en mano, Alicia no dudaba en tomar la palabra frente a quien fuese, desafiando esas “cosas feas” que la sociedad dice cuando a las mujeres nos “han crecido las ideas”, como canta Amparo Ochoa en la canción que a Alicia tanto le gustaba. Sus palabras y su forma de expresarlas nos formaban, nos motivaban y nos emocionaban. 

No es tan sencillo encontrarse con personas que combinen la firmeza y el amor bien entendidos, Alicia tenía ambos, como lo debe tener cada comunista revolucionario, no vacilaba, no tenía miedo, iba para adelante siempre, sin sobrepasarse, con la crítica y la autocrítica auténticas, con la verdad, a la vez que sentía y expresaba un profundo cariño por sus camaradas, por nuestro Partido y por el pueblo, siempre destacando y valorando a sus compañeras y compañeros, comprendiéndonos, impulsándonos, dándonos un lugar, entregándolo todo por la revolución. Aún en los momentos de salud más difíciles, quiso estar y participar en todas las luchas, haciendo innumerables sacrificios.  

Por eso Ali con su partida dejó un vacío, sí, porque fue cuadro de nuestro Partido y siempre la necesitamos, porque el pueblo perdió una férrea luchadora por sus causas, porque la queremos profundamente. Con el paso del tiempo se hacen más vaiosas la bases que sentó para que sigamos adelante, para que sigamos aprendiendo, para que organizadas, las mujeres conquistemos la mitad del cielo que tenemos y para que sostengamos la bandera roja con el compromiso que implica. Es así que el día que ésta ondee en señal de triunfo en nuestro país, será por camaradas como Alicia que lo dieron todo por la causa del pueblo. Ni más ni menos, ese es el legado que nos deja, y es el mejor legado que alguien puede dejar sobre esta Tierra, formar parte de la rica historia del comunismo revolucionario.     

Ali, queridísima camarada de toda hora, hoy se cumplen tres años de tu partida, te seguimos extrañando muchísimo, estás presente en nuestra memoria y al calor de cada lucha, no vamos a aflojar ni un poquito en la lucha y la organización. ¡¡Venceremos!!

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