SALSIPUEDES: Parte de nosotros

Salsipuedes fue declarado Sitio de la Memoria con el VOTO EN CONTRA de la ANEP y del MInisterio de Educación y Cultura

El 11 de Abril de 1831 se comietió unos de los hechos más tristes de nuestra historia, como fue la masacre de Salsipuedes en el departamento de Tacuarembó en el límite con Paysandu, hace 191 años, cuyo responsable fue el Gral. Fructuoso Rivera, presidente del Uruguay en ese entonces y sus secuaces, que mediante engaños y ardides, llevaron a cabo la masacre.

Como resultado del ataque 40 indios murieron y 300 fueron tomados prisioneros, terminando de esclavos del patriciado criollo. Algunos lograron escapar pero fueron perseguidos por Bernabé Rivera, quien con el tiempo los encontró y mató.

Salsipuedes fue el comienzo del “Etnocidio” a criterio de Vidart[1],  porque como expresa el historiador Gonzalo Abella, “fue la primera de una serie larga de acciones en una campaña de persecución e intento de exterminio de los charrúas en los inicios de la república”[2] y que tuvo episodios lamentables como la exposición de los cuatro charrúas en París.

Además este tema es importante en la historia, primero por el rol de los pueblos indígenas en nuestra historia, muchas veces olvidados y relativizados como el caso de Julio María Sanguinetti quien negaba el hecho, y como lo hacen diputados del Partido Colora y Cabildo Abierto que buscan invisibilizar y tapar la historia, de cómo dicha masacre sirvió para consolidar un modelo de propiedad y explotación en el campo y consolidar el Latifundio.

Los charrúas junto a otras tribus lucharon junto Artigas y fueron parte de la lucha por la   liberación de la Banda Oriental, como expresa el historiador argentino Eduardo Azcuy “La relación de Artigas con los indígenas no fue efímera, ni se limitó a un objetivo fugazmente compartido…quien expresó su admiración por el valor del indio”. Artigas destacó su bravía y adhesión “que tuvo una actitud por incorporar los indígenas a sus fuerzas fue constante”[3] y a quien integró en el Reglamento de Tierras y reconoció sus derechos ancestrales a sus territorios.

Mientras tanto la historia oficial los tildó de “bárbaros” e “incivilizados”, se construyó un discurso y una legitimidad de Rivera “el gran artífice del estado uruguayo”, de alguien que años antes había traicionado a Artigas, además se suma una visión marginal del indígena, que se repite hoy en día con los marginados, que viven en la pobreza, en especial a los jóvenes, y se los estigmatiza con el tema de la inseguridad.

El compromiso de los pueblos originarios por esta tierra es innegable, como marca Azcuy, “Defendieron su tierra, su libertad y su derecho a la vida, respondiendo de modo comprensivo y solidario en las escasas oportunidades que fueron convocados a una convivencia y un trato más igualitarios…tomaron ellos mismos la iniciativa de proponer la unidad a los españoles y criollos, como ocurriera durante las invasiones inglesas”[4].

Hoy en día continúa la lucha por la memoria de este hecho que sigue siendo ocultado y no habido una mea culpa de parte del Estado uruguayo, tampoco ha acontecido un reconocimiento de los pueblos originarios en Uruguay, que se ata al reclamo de que Uruguay ratifique el convenio 169 de la OIT, el convenio hace hincapié en los derechos de trabajo de los pueblos indígenas y tribales y su derecho a la tierra y al territorio, a la salud y a la educación, que el gobierno del Frente Amplio se comprometió a ratificar en 2015 y nunca lo hizo, siendo el único país en América Latina que no lo ha hecho todavía.

Recordar este hecho es importante, no solo para nuestra memoria, sino también porque fue parte de una lucha contra la explotación latifundista y el saqueo de nuestra tierra, de quienes junto a Artigas, defendieron la soberanía y lucharon por la tierra y contra la opresión de los imperios coloniales, lo que es un ejemplo que nos tiene que servir para nuestra lucha por la liberación nacional y por la segunda y definitiva independencia.

Michael


[1] Vidart, Daniel, “El mundo de los charrúas” pag.99.

[2] http://www.radio36.com.uy/entrevistas/2014/04/09/abella.html

[3] Azcuy, Eduardo “Historia de Artigas y la independencia Argentina” pags. 259 y 273.

[4] Azcuy, Eduardo “Historia de Artigas y la independencia Argentina”pag. 243.

FE DE ERRATAS:

Por un error involuntario, en la versión impresa de La Verdad N° 163 no aparecen las referencias a las citas de Daniel Vidart, Gonzalo Abella ni Eduardo Azcuy.

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