51 años del Partido Comunista Revolucionario

Compartimos trabajo de Ricardo Cohen a 50 años de la fundación de nuestro Partido

La fundación del PCR fue precedida de la ruptura ideológica y orgánica con el partido revisionista, y la construcción de una nueva organización política que posteriormente y luego de un proceso de estudio, debate y lucha ideológica, funda el partido que ha persistido hasta el día de hoy.

El origen y la base ideológica

El Partido Comunista Revolucionario del Uruguay, fue fundado por el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), que había sido fundado a su vez en agosto de 1963, en la Conferencia Constitutiva que dio comienzo en setiembre de 1972.

La fundación del MIR se da en un proceso donde importantes dirigentes del Partido Comunista del Uruguay (PCU) y la Unión de Juventudes Comunistas (UJC), fundamentalmente de Montevideo, la capital  y del departamento de Soriano, abandonaron dicho partido por diferencias de principios en los terrenos ideológico, teórico, político y sindical, que en lo fundamental eran entre el Marxismo-Leninismo y el revisionismo moderno y que también se expresaban desde hacía varios años en el propio Movimiento Comunista Internacional.

Entonces el MIR y luego el PCR pasan a formar parte de una corriente internacional que ha persistido hasta la actualidad y que toma los aportes de Mao Tsetung como fundamentales al Marxismo-Leninismo. En dicha corriente los partidos marxistas-leninistas–maoístas, definimos dichos aportes como un desarrollo de importancia fundamental, nuestro partido considera dicho desarrollo como una etapa del Marxismo.

Destacamos de los aportes teóricos de Mao Tzetung, los vinculados a la  revolución democrática, agraria y antimperialista que avanzó ininterrumpidamente al Socialismo en China, y que fue de gran significación internacional ya que fue la primera revolución proletaria en un país oprimido, semicolonial y semifeudal.

Integrando el marxismo-leninismo a las condiciones histórico-económicas de China, definió que el carácter de la revolución proletaria en su primera etapa era de Nueva Democracia, con la clase obrera como vanguardia y el campesinado como fuerza motriz principal, y que en ciertos períodos y hasta cierto grado la burguesía nacional podría participar de ella.      

Definió también que el camino revolucionario no era de acumulación de fuerzas a través de la lucha política, sindical y social, hasta la insurrección, como se había dado en Rusia, sino el de la guerra prolongada del campo a la ciudad, construyendo el Frente Único e instalando el nuevo poder en las zonas liberadas.

Esto significó un aporte muy importante en el terreno de la teoría militar del proletariado, lo que se pudo aplicar a las revoluciones que se dieron en Vietnam, Camboya y Laos, de alguna forma también en Cuba y en muchos países oprimidos donde hubo condiciones para ello.

Fueron muy importantes sus aportes en la construcción económica en el  socialismo y en el terreno de la filosofía, en particular en el desarrollo de la teoría de la contradicción.                                                      

Después del golpe revisionista en la URSS y la extensión de su influencia en el movimiento comunista internacional, Mao se puso a la vanguardia en la denuncia de revisionismo y llevó adelante un nuevo gran aporte a la teoría revolucionaria del proletariado, la Revolución Cultural Proletaria, teoría de la continuación de la revolución bajo las condiciones de la de la dictadura del proletariado.

En el socialismo persisten las clases y la lucha de clases, y son permanentes los intentos de restauración capitalista,  lo que en China y mediante la Revolución Cultural Proletaria basada en una gran movilización de las masas se enfrentó con éxito durante 10 años.

El revisionismo moderno al igual que los viejos revisionistas Berstein y Kautsky, revisan el marxismo para quitarle su filo revolucionario, pero esta nueva expresión se da en países socialistas y partidos que están en el poder. Su expresión más importante se da en la Unión Soviética (URSS) y a partir del 20º Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) liderado por Krushev, en 1956.

En dicho Congreso se eliminan del programa las tesis fundamentales de la dictadura del proletariado a lo interno de la URSS y también la línea revolucionaria marxista-leninista para las revoluciones a nivel mundial.

En lo fundamental se plantearon allí las tesis del “Estado de todo el Pueblo” y la posibilidad de la “coexistencia pacífica con el imperialismo”, “la emulación pacífica” y la “posibilidad de la realización de las revoluciones en forma pacífica”. Esto llevó a una polémica de gran importancia sobre la línea general del Movimiento Comunista Internacional.

Mao planteó a partir de allí que el ascenso del revisionismo al poder en el Partido Comunista en un país socialista, como la URSS, significaba el ascenso de la burguesía al poder y también un proceso de restauración del capitalismo, el que llevó a la postre a la desaparición de la propia URSS como tal en 1992.

En el plano nacional un proceso similar se da a la interna del PCU, donde es expulsado a través de un golpe, en 1955, su Secretario General y fundador, Eugenio Gómez y se produce a partir de allí, según el propio Rodney Arismendi, quien pasa a la Secretaría General, “una profunda revisión ideológica” a partir del 16º Congreso.

Ya en el 17º Congreso del PCU muestra a fondo dicha ‘’revisión’’ aprobando el apoyo a las nuevas tesis revisionistas del 20º Congreso del PCUS, lo que consolida en la práctica una política reformista que combatió de hecho el camino revolucionario y limitó las luchas de la clase obrera y el pueblo al estrecho horizonte electoral- parlamentario, además de subordinar al partido a la estrategia y los intereses  del socialimperialismo soviético.

El triunfo de la Revolución Cubana en enero de 1959 tuvo una influencia muy importante en el surgimiento del MIR y de las organizaciones revolucionarias en nuestro país y en América Latina, ya que demostró en la práctica que la revolución era posible y también por qué camino y con qué método, más allá de las limitaciones y desviaciones posteriores, sobre todo luego de la renuncia y salida del CHE.

Esto se unió a las condiciones objetivas y subjetivas crecientes por la crisis económica, por la profundización de la dependencia del imperialismo especialmente del yanqui, con el que el gobierno del Partido Nacional firma la primera carta de intención con el FMI en 1959, y las grandes luchas obreras y populares que se produjeron para enfrentar el agravamiento de la explotación y el aumento de la represión policial a las movilizaciones.

Etapas de la fundación del Partido

En su trabajo, el camarada detenido desaparecido Nebio Melo Cuesta identificó tres períodos en la fundación del PCR.

“El Primer Periodo abarca desde el año 1963 hasta principios de 1968. En él se echan las bases fundamentales sobre las cuales hoy continúa la construcción de nuestro Partido: defensa del marxismo-leninismo, rompimiento con el revisionismo, reconocimiento del papel de vanguardia del proletariado y de la importancia de los trabajadores del campo, propaganda acerca de la necesidad de emprender el camino de la lucha armada para tomar el poder, diferenciación con el foquismo, lucha contra el infantilismo de izquierda, defensa de China y Albania en su lucha contra el imperialismo el revisionismo y por llevar adelante la revolución y la defensa de la lucha de los pueblos del mundo contra el imperialismo (en especial la lucha del pueblo vietnamita y del pueblo cubano).

En 1967 el Partido respondiendo al llamado de la lucha de clases, que va creciendo en extensión y profundidad, trata de organizar sus filas y unir a los distintos grupos y partidos de izquierda. Realiza ese año la Primera y Segunda Convención. En la Segunda Convención es expulsada una fracción de inspiración trotskista. Al final de 1967 culminan exitosamente los esfuerzos unitarios al concretarse la publicación del diario ÉPOCA con el respaldo de seis organizaciones de izquierda.

La respuesta del gobierno es la clausura de ÉPOCA y la ilegalización de nuestro Partido y las otras cinco organizaciones.

El Segundo Período es el “Período del conocimiento y propaganda del marxismo-leninismo-pensamiento Mao TseTung (1968-1971). Es a partir de la Revolución Cultural en China que nuestro Partido comienza a estudiar las obras del camarada Mao Tsé-Tung en forma organizada. La formación de los grupos de estudio y propaganda pasó a ser uno de los ejes de nuestra actividad.

En lo que tiene que ver con las bases ideológicas del Partido no son posibles las vacilaciones. ¿Qué posición se adopta ante el Pensamiento Mao Tse-Tung? He aquí una clara línea divisoria que distingue a los verdaderos marxistas-leninistas, de los revisionistas, trotskistas, foquistas, etc.

El Tercer Período es en que comienza a aplicarse el marxismo-leninismo-Pensamiento de Mao TseTung a la realidad de nuestro país, a la relación del Partido con las masas y a la historia del Partido.

Se empeñaron los mejores esfuerzos en una lucha constante por ligar el Partido con las masas y por corregir los errores del pasado, especialmente los del Segundo Período. Los resultados no se hicieron esperar, se comenzaron a cosechar una serie de éxitos.

 En la línea política: Especialmente al señalar desde abril de 1972 el peligro Fascista, denunciar el fascismo como enemigo principal y llamar a formar un Gran Frente Antifascista.

En la ligazón con las masas: Creación de las Agrupaciones Rojas y del sector obrero de Montevideo. Surgimiento en Mercedes del S.U.R. y vuelta al Plenario Sindical (este trabajo se había abandonado en forma absurda en el período de apogeo de la “Línea Roja”) (se refiere a la fracción echeniquista, academista de derecha con fraseología de izquierda que terminó integrándose a los partidos tradicionales a la salida de la Dictadura, Nota de R).

En la consolidación del Partido: que demostraba su fortaleza en las Convenciones por sector, discutiendo la línea general y elaborando líneas específicas rectificando y eligiendo los dirigentes de cada lugar por medio de un trabajo serio y planificado, en el marco de un gran intercambio de opiniones.

El enemigo, seguramente asesorado desde el extranjero, advierte que se están echando las piedras fundamentales de un gran Partido. Con una ideología de vanguardia, el marxismo-leninismo-Pensamiento de Mao. Con un destacado equipo de cuadros enfilados hacia las masas básicas y que comienza a ligarse con éxito.

Firme en el programa de la revolución por etapas; encarando las tareas de la revolución nacional-democrática, dando los pasos necesarios para llegar a esta meta y a través de ella abrir el camino hacia la revolución socialista. Un Partido dispuesto a recorrer el camino de la guerra popular para tomar el poder; consciente de la necesidad de construir un ejército. Un Partido que se prepara para la tarea de unir a todo el pueblo y elabora para esto una serie de políticas concretas. Un destacamento de vanguardia que comienza a dominar la táctica y la estrategia revolucionaria.” [“Vida Partidaria”, 30 de mayo de 1975]

La línea política y su desarrollo el proceso de fundación

Al inicio del Primer Período se dan también procesos de unidad donde el MIR participa en los inicios del Coordinador de organizaciones revolucionarias, en 1963, de donde surgiría posteriormente el Movimiento de Liberación Nacional (MLN-Tupamaros), del cual se retira por diferencias de principios en la concepción del papel de la clase obrera como vanguardia revolucionaria y de la lucha armada.

Se participa en esos años también en el acuerdo de la izquierda radical y revolucionaria en torno al periódico “Época”, dirigido por el escritor y periodista Eduardo Galeano, que fuera clausurado.

A partir de 1968, al calor del auge de la lucha obrera y estudiantil en nuestro país y en el plano internacional, y la influencia de la Revolución Cultural Proletaria China, en el MIR se profundiza en el estudio del marxismo-leninismo-pensamiento de Mao y se desarrolla el movimiento sobre la base de esa delimitación de campos ideológicos.

La fracción echeniquista[1], caracterizada como ‘’academista de derecha con fraseología de izquierda’’, por el camarada Nebio Melo, que predominó durante un período en la dirección del MIR, cometió errores graves de dogmatismo y sectarismo. Su dogmatismo no le permitía ver las diferentes condiciones de la revolución proletaria en Uruguay y China y tampoco elaborar líneas específicas para los frentes de trabajo, sindicales, estudiantiles y sociales.

El sectarismo se expresó en dos aspectos principalmente, uno en lo referido a al mal estilo en las críticas al MLN por sus concepciones pequeñoburguesas de la lucha armada y de la vanguardia revolucionaria. Un MLN que ya desarrollaba la lucha armada y al que era correcto criticarlo y diferenciarse, pero era también importante unirse y ser solidario, teniendo en cuenta su calidad de revolucionarios y su amplia base social en los trabajadores del campo y la ciudad, con la que estábamos aliados en la lucha sindical y social y en general en el enfrentamiento al reformismo y el revisionismo, como así también su amplia base en la pequeñoburguesía antiimperialista y democrática radical.

El otro error de sectarismo muy importante tiene relación con el surgimiento del Frente Amplio (FA) en 1971, como un frente popular, político-electoral, en el que se resuelve no participar y llamar a votar en blanco, con la consiga de ‘’Ni Golpe Ni Elección- Revolución’’.

No se tenía en cuenta, por dicha fracción, las condiciones muy favorables para integrarse al mismo de alguna forma, porque más allá del predominio de la socialdemocracia y el revisionismo en su dirección, existían en el seno del FA personalidades democráticas y sectores antiimperialistas, en particular antiyankis consecuentes, como la Unión Popular del senador Enrique Erro,  el movimiento 26 de  Marzo, presidido por el escritor Mario Benedetti, movimiento que respondía en ese entonces al MLN, y se habían desarrollado además cientos de Comités de Base en los barrios de Montevideo y ciudades y localidades del interior, con gran participación popular en todo el país, en donde se podía actuar abiertamente.

Estos errores políticos son criticados en un amplio proceso de discusión liderado por los camaradas Nebio Melo, Winston Mazzuchi y Julio Arizaga los que logran el apoyo de la mayoría de los camaradas y llevar adelante la fundación del PCR en diciembre  de 1972.

 Este hecho junto al desarrollo de la Línea Antifascista frente a los avances reaccionarios de los gobiernos del Partido Colorado, de Pacheco Areco y luego Bordaberry, y los peligros de golpe militar. Además se desarrollaron las líneas específicas para el trabajo en cada frente, lo que posibilitó un crecimiento muy importante del partido a nivel nacional, que pasó a tener unos 300 cuadros y algunos miles de militantes en las agrupaciones clasistas del movimiento obrero y en las Agrupaciones Rojas, en el movimiento estudiantil.

Se editó en ese entonces el semanario Causa del Pueblo, con un carácter antiimperialista amplio y antifascista,  que llegó a tener amplia difusión hasta que fue ilegalizado por la dictadura en junio de 1973.

Es de destacar que el partido sufrió la represión y tuvo sus primeros mártires en el propio año de su fundación. Santiago Rodríguez, ‘’el Charla’’, estudiante de secundaria y obrero de ANCAP (empresa estatal de combustibles) quien fuera asesinado en el liceo 8, de Montevideo, al intentar impedir el ingreso al mismo de un grupo paramilitar fascista mientras se realizaba una asamblea, el 11 de agosto de 1972.  

Joaquín Klüver estudiante universitario de la Facultad de Agronomía, fue asesinado el 6 de diciembre, por un efectivo militar en el barrio obrero del Paso Molino de Montevideo, en una marcha estudiantil contra la ley reaccionaria de educación promovida por Julio M. Sanguinetti, ministro de cultura en ese entonces y que fuera presidente luego de la dictadura.

El entierro de Santiago fue una de las manifestaciones de masas más grandes de esos años, donde participaron  más de 100.000 personas, en una marcha que salió de la Universidad de la República donde se realizó el velatorio. Al frente de ella cientos de banderas rojas nos hacían saber al pueblo uruguayo y a los propios militantes del partido y de las agrupaciones de que había un partido proletario revolucionario pujante en nuestro país.

Por Joaquín Klüver también hubo actos y manifestaciones de masas en Montevideo y en su ciudad natal Mercedes, y por ese motivo se suspendió el funcionamiento de la Conferencia Constitutiva del partido que había comenzado ya en setiembre.

¡Tenemos derecho a decir que así nació nuestra bandera roja!

El PCR y la Dictadura Militar Fascista (1973-1985)

El preludio del golpe en febrero de 1973

En el seno de la clase obrera y el pueblo la debilidad fundamental de todo ese período se debió a que las fuerzas revolucionarias y clasistas, no pudimos superar a tiempo la hegemonía que tenía el reformismo en la CNT, la FEUU, aunque ya en 1973 se reflejaba una fuerte mayoría combativa en su Federal, y en el propio Frente Amplio. Esto impedía impulsar cada lucha en una estrategia revolucionaria y las adaptaba, como lo sigue haciendo hoy el reformismo en general, a un camino electoralista. Hay que recordar todos los planteos de Arismendi sobre la posibilidad de la vía pacífica y también la estrategia general surgida en el 20º Congreso del PCUS. En su 16º Congreso el PCU elimina de sus tesis fundamentales la Dictadura del Proletariado y la inevitabilidad de la Revolución Violenta. A partir de allí es lógico, y lo es hasta el día de hoy, que quede velada la verdadera esencia del estado oligárquico burgués y especialmente el papel fundamental en la represión del pueblo, para defender el Orden establecido, de las FF.AA., en este sistema. Por un lado se levanta la teoría de la revolución por“vía pacífica”que se aplicaba a Chile, y que terminó en la Dictadura Fascista más sangrienta, y prolongada de América Latina, y en Uruguay, una de las dictaduras más largas. También estaba la teoría de los procesos revolucionarios encabezadas por militares progresistas (peruanistas) y que la vida se ha encargado de demostrar hasta donde pueden llegar.

El predominio de estas posiciones en el seno del pueblo, en este período, significó la debilidad principal para poder enfrentar a tiempo el avance del fascismo.

Hubo situaciones que fueron claves, de crisis política donde esto se visualizó con mayor nitidez. Lógicamente que de todas estas situaciones la principal fue la de febrero de 1973, con los comunicados 4 y 7, pero el año anterior, en abril de 1972 el parlamento vota el Estado de Guerra Interno, dándose la mayor participación a los militares en la represión. Allí prácticamente derrotan militarmente al MLN y se produce el asesinato de los 8 militantes de la seccional 20 del PCU. En ese momento los reformistas levantan la bandera de la pacificación con soluciones, frenando la lucha. En abril nuestro partido define una línea Antifascista y la necesidad de forjar, en la lucha y la unidad de acción, un Frente Antifascista, con todos los sectores que se opusieran a él, esta línea se fue comprobando en la práctica y fue tomada por las grandes masas. En setiembre del mismo año, luego de la gigantesca manifestación de masas que acompañó el entierro de nuestro camarada Santiago Rodríguez Muela, se producen grandes huelgas obreras, fundamentalmente por salario pero también por trabajo, libertad y soberanía. Una crisis política en que se destacaba la prisión de Jorge Batlle. Ese fue un buen momento y así lo planteó nuestro partido, para que la clase obrera y el pueblo fueran a más ya que los militares fascistas todavía no habían agrupado suficientes fuerzas, pero por el contrario se aislaron las luchas, como siempre los paros generales no eran impulsados como paros activos, como planteábamos desde la Tendencia, etc.

Los Comunicados 4 y 7 del 9 de febrero de 1973

El 9 de febrero de 1973 es un momento decisivo en todo este proceso. Los militares, en principio el Ejército y la Aviación llevan adelante una fase del Golpe de Estado, para algunos un Golpe o“el verdadero Golpe”, como para el propio almirante Zorrilla (según sus declaraciones al semanario Búsqueda el 24/6 de 1993) y lanzan los conocidos comunicados 4 y 7 donde hacen referencia a que es necesario resolver problemas como el de la tierra, la deuda, la corrupción (gran bandera demagógica de los militares). Afirmaban“que las FFAA no son ni serán el brazo armado de grupos económicos y/o políticos.” Ante esta situación el PCU de Arismendi que ya venía desconociendo el problema del fascismo, -y sobre todo el de los Mandos Militares Fascistas (lo restringían, en el mejor de los casos, a las bandas fascistas, que actuaban fundamentalmente en secundaria)-plantea en febrero que la democracia “ya era una cáscara vacía”, en la contradicción oligarquía-pueblo no ubican a los militares fascistas, que estaban en los principales mandos de las FF.AA., ampliamente conocidos tanto por ellos como por otras fuerzas de izquierda, como Cristi, Vadora, Zubía, Álvarez, etc. Ese partido planteaba la contradicción oligarquía-pueblo, que en realidad es la contradicción estratégica que abarca una etapa histórica, contraponiéndola y negando en los hechos que el Fascismo se había convertido en el enemigo principal y que representaba la parte más reaccionaria de esa misma Oligarquía. Sobre la base de estos comunicados, que incluso como demagógicos, eran pobres, tratan de sembrar la ilusión en un movimiento militar de tipo nacionalista y popular. La Dirección mayoritaria de la CNT plantea las “coincidencias objetivas” con los comunicados 4 y 7, no respetando la resolución tomada en junio de 1968, por la Mesa Representativa de la CNT, por unanimidad, donde se planteaba “la ocupación de todos los lugares de trabajo y la huelga general en caso de golpe de estado o situación equivalente”.

Nuestro Partido definió claramente la necesidad de la más amplia movilización obrera y popular contra este movimiento militar. Consideró que el proceso de represión y avance permanente del fascismo a través de leyes reaccionarias y otros aspectos del plano nacional e internacional, llevaban a las clases dominantes y al imperialismo a la necesidad del golpe fascista. Los comunicados expresaban una tibia demagogia para que los sectores fascistas del Ejército fundamentalmente, pudieran neutralizar, justamente, a sectores nacionalistas y que simpatizaban con el pueblo de la oficialidad y de la tropa, y también a la clase obrera y al movimiento popular, como lamentablemente sucedió, para poder unificar al conjunto de las FF.AA. y a los sectores más reaccionarios de los partidos burgueses atrás de una salida hacia la Dictadura Militar Fascista. Allí se perdió una de las últimas posibilidades de enfrentar al fascismo con sus fuerzas relativamente desorganizadas todavía.

Decía el camarada Nebio Melo en 1974, dirigente y fundador de nuestro partido desaparecido en 1976, que “Aún en los casos de dominio de corrientes nacionalistas en la FF.AA. el movimiento obrero y popular debe mantener su independencia y su lucha. El no cumplimiento en febrero de lo resuelto de 1964, no valía para ninguna de las posibilidades. El “putsch”, el golpe de estado, son formas de acceso al poder ajenas al pueblo. En principio nos oponemos a ellas, porque las masas populares quedan al margen de las mismas. Y si los golpistas tienen intenciones progresistas y tratan de llevar adelante un programa anti-imperialista, ¡qué mejor que estar en posiciones de fuerza, para “estimular” el buen contenido del mal paso formal (el putsch) de nuestros posibles amigos! La lucha independiente de la clase obrera y el movimiento popular fue, por tanto, por todo un período, inexistente.” [Melo, Nebio. “Preguntas y respuestas a un Comunista Revolucionario sobre el Movimiento Sindical” 1974, Folleto de circulación clandestina].

En el período de febrero a junio, la propaganda del golpe de estado en los órganos de prensa fascista, como el “Azul y Blanco” y el “Rebenque” eran más que claras y sin embargo la Dirección mayoritaria de la CNT convocó a un 1 de Mayo de alegría, sembrando nuevamente expectativas incluso cuando los fascistas hablaban ya abiertamente de la posibilidad de dar el golpe en ese mismo mes. En mayo se da la gran represión a nuestro Partido, allí caen presos gran parte de nuestro Comité Central y de nuestro Frente Sindical, debiendo pasar a la clandestinidad y al exilio en Buenos Aires, gran parte de los cuadros dirigentes. Esto unido a la represión de otras organizaciones revolucionarias, fue una acción preparatoria de gran importancia para los militares, dado que, desde 1972 y especialmente después de febrero del 73, se había dado un gran crecimiento de nuestro Partido y de la Tendencia Combativa, a pesar de la represión. Un sector avanzado de la clase obrera y del estudiantado tenía cada día más conciencia de que se enfrentaba al fascismo, a un golpe casi inevitable y que el camino de resistencia y de lucha era la Huelga General y la Pueblada.

Otro hecho de gran importancia fue la cuestión del desafuero del senador –compañero Enrique Erro, planteado por los fascistas para dar el golpe final contra el parlamento. Este hecho que “les dio la razón” para cerrar el parlamento, era considerado por el PCU de Arismendi como una “cortina de humo”.

El Golpe y la Huelga General

A primeras horas de la mañana, apenas enterados del golpe, la clase obrera ocupa los lugares de trabajo, especialmente las grandes fábricas y las empresas fundamentales del Estado. También los estudiantes universitarios hicieron lo propio ocupando cuatro facultades y el Hospital de Clínicas. La ocupación fue masiva e inmediata, lo que no dejó mucho espacio a las vacilaciones y a quienes desde la dirección de la CNT trataban de negociar febrilmente con los militares. Estas ocupaciones fueron, en parte espontáneas, pero se dieron también por el peso organizativo de las agrupaciones que respondían a las diversas expresiones de la Tendencia Clasista y del movimiento revolucionario. Esto se daba principalmente en grandes fábricas y centros de concentración. Luego de que se dieran las ocupaciones aparecen comunicados de la CNT confirmando las medidas y las reivindicaciones. La Huelga General fue masiva y contundente, incluso paralizó el transporte en los primeros días, luego fue decayendo. Fueron muy grandes las manifestaciones por los compañeros Ramón Peré y Walter Medina, asesinados por la represión. Hubo importantes actos frente a ANCAP y frente al Hospital de Clínicas y la gran movilización del lunes 9 de julio, a pesar de su heroicidad y masividad, ya no pudo revitalizar la huelga. Hubiera sido necesaria varios días antes. En la huelga predominó la ocupación en los lugares de trabajo y no la movilización callejera, hubo también distintos grados de tensión y resistencia en la lucha. Puntos muy fuertes fueron FUNSA, ALPARGATAS, ANCAP, donde hubo enfrentamientos muy duros con la represión. Al igual que acciones de masas en los barrios. Esto no sucedió de igual manera en todos lados, ni en intensidad ni en duración. La cuestión del transporte fue clave y hubo una lucha permanente en este sentido. Los Estudiantes Universitarios, jugaron un papel muy importante en esta lucha por parar el transporte, además de llevar adelante sus ocupaciones, acciones callejeras propagandísticas y la solidaridad con las ocupaciones obreras.

La Huelga General fue una huelga política que trató frenar la instalación de la Dictadura Militar Fascista, junto a las limitaciones ya analizadas, no logró atraer al campesinado y a sectores importantes de las capas medias a la lucha. Por otro lado y unido a esto no se logró, a esa altura de los acontecimientos quebrar la unidad de las FF.AA., pero aisló y golpeó duramente a la dictadura naciente.

La Huelga ha quedado en nuestra historia como la lucha más importante librada por nuestra clase obrera y el pueblo y un ensayo hacia la revolución obrera y popular, antioligárquica y antiimperialista en marcha ininterrumpida hacia el socialismo.

Nuestro partido planteó a partir de allí la lucha por el derrocamiento de la dictadura pero una lucha por dar un paso adelante en la revolución democrático-popular y no por volver a la democracia burguesa, como a la postre sucedió.

Dieciséis mártires, más de cien presos y otro tanto de exiliados, entregó nuestro partido a la causa, junto a todos los mártires del pueblo, con y por ellos seguiremos adelante. [El Partido Comunista Revulucionario del Uruguay ante los 30 años del golpe militar fascista y la dictadura, Folleto de la Ponencia en Facultad de Humanidades junio de 2003 – Extracto]

Después de la Dictadura

A la salida de la Dictadura, nuestro partido se reagrupa a pesar de los golpes recibidos por la represión, por las distintas corrientes liquidacionistas que fueron surgiendo a su interna en esos años y por el cambio de color de China, hasta ese entonces internacionalista y solidaria con los revolucionarios, y donde luego de la muerte de Mao, el 9 de setiembre de 1976, Deng Xiao-ping y su camarilla revisionista inician la restauración capitalista.

Así es que surge el Colectivo a partir de principios de 1985, en un proceso de discusión y reencuentro donde se llegó a contactar más de 200 camaradas y donde finalmente decenas de ellos, ex-presos, desexiliados, y quienes habían permanecido clandestinos, comienzan a discutir y funcionar periódicamente.

Allí se decide por mayoría (con nuestra oposición) no trabajar como PCR sino como un reagrupamiento sindical clasista y editar la revista Prensa Sindical, la que sale con interrupciones hasta 1992, con el argumento de que en ese proceso se vería si surgían las condiciones para la reconstrucción partidaria.

Así es que junto a casi una decena de agrupamientos clasistas y revolucionarios  fundamos el Encuentro de Militantes Sindicales (EMS) que jugó un importante papel durante varios años, en la coordinación y la solidaridad con todos los conflictos obreros.

A fines de 1988, en una Conferencia, que llamamos “el Congresito”, se resolvió por amplia mayoría retomar el trabajo como partido, reconociendo ser continuadores de su historia y reafirmando su base ideológica, delimitando campos con el revisionismo, la socialdemocracia, el trotskismo, el anarquismo y el movimientismo. Se resolvió también editar un mensuario del partido, al pueblo La Verdad y apoyar la formación de un polo revolucionario en el FA.

Desde 1985 se habían ido integrando al núcleo partidario compañeros del movimiento sindical clasista muchos de los cuales se fueron poniendo rápidamente al frente de todo este duro y largo período de reconstrucción que llevamos adelante hasta hoy, camaradas que son casi desde el inicio de este proceso  mayoría en el secretariado y en el Comité Central del partido.

A fines de 1988 ya participamos en el proceso de discusión que llevó a la fundación en marzo de 1989, del Movimiento de Participación Popular (MPP), con el MLN como fuerza principal, el Movimiento Revolucionario Oriental (MRO), el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) e independientes como el querido compañero, Dr. Helios Sarthou, un destacado abogado laboralista y docente, que fuera también defensor de presos políticos durante la dictadura y  que en las elecciones de 1989, fue electo diputado.

En abril de ese año apoyando el Referéndum por el Voto Verde, contra la Ley de Impunidad, se edita el primer número de nuestro querido y persistente periódico La Verdad, como mensuario, que ha tenido distinta periodicidad y cumplió en abril con el número 163 sus 33 años.

En julio de 1989, a consecuencia de la discusión en torno a la represión de Tien Anmén, a la que nos opusimos y denunciamos públicamente, estallan fuertes contradicciones internas en nuestro partido y sufrimos la defección de un dirigente histórico muy importante como había sido hasta entonces el ingeniero Julio Arizaga, que luego de unos años sorpresivamente termina por integrarse al PCU revisionista, donde militó hasta su fallecimiento.

A raíz de nuestra situación interna y contradicciones surgidas en el seno del MPP nos retiramos del mismo en marzo de 1990. En 1991 pasamos a retomar nuestro nombre de PCR y en 1992 participamos en la 3ª Conferencia Internacional de Partidos Marxistas-Leninistas (maoístas o pensamiento de Mao)[2].

Volvemos al MPP en 1993, en su 2º Congreso, en el que se retira el PVP (antes ya lo había hecho el MRO). En ese año nuestro partido se destaca por la importante participación activa en la huelga histórica de los obreros de la construcción, de 83 días, y las grandes huelgas y ocupaciones estudiantiles.

A partir de allí hasta mitad de 1999 cuando se realiza el 4º Congreso donde se retiran los compañeros Helios Sarthou, Jorge Zabalza, dirigente histórico del MLN, y decenas de compañeros combativos, de la izquierda radical y revolucionaria del MPP se había logrado estar en mayoría, en general, en las principales resoluciones y posiciones tomadas hasta ese momento.

Es a partir de dicho congreso que comienza el predominio de la línea oportunista de derecha encabezada por José “Pepe” Mujica, que luego fuera presidente de la república, y Eleuterio Fernández Huidobro, que fue luego ministro de Defensa, ambos de lamentable actuación y que fueran dirigentes históricos del MLN.

En las elecciones de 1999, mostrando aspectos contradictorios de la situación, y a nuestro impulso, se produce la alianza electoral del MPP con el Movimiento 26 de Marzo, que se había desprendido del MLN durante la dictadura, lo que llevaría a que en dichas elecciones lograran una representación parlamentaria, la que trabajó correctamente y se destacó además por su defensa de ANCAP, la empresa estatal de combustibles que el gobierno quería privatizar. El MPP en esa elección obtuvo más de 150.000 votos, 2 senadores y 4 diputados.

Nuestros principales objetivos y el porque nos quedamos luego del 4° Congreso eran, primero, trabajar en esos pocos meses que quedaban hasta las elecciones nacionales para ayudar al triunfo del Frente Amplio frente a la derecha tradicional e intentar abrir una nueva experiencia a nivel popular, lo que estuvo muy cerca de lograrse, y hacerlo desde una base organizativa y de infraestructura  que teníamos allí. Segundo, concretar la citada alianza con el 26 M, para tener una bancada parlamentaria radical y abrirle camino a una nueva herramienta de lucha que era claro sería necesaria a corto plazo y que sería luego la Asamblea Popular.

           Luego de las elecciones de 1999 y de la consolidación del oportunismo en el MPP limitamos nuestra participación en los órganos de dirección y desarrollamos conversaciones con algunos de sus principales dirigentes para intentar cambiar la situación, esto no se produjo. Realizamos entonces nuestra 6ª Conferencia, citada con el tema de la continuidad o no de nuestra participación en el MPP, en el mes de agosto del 2001, y allí por amplia mayoría decidimos retirarnos antes del 5º Congreso.

En los años posteriores mantuvimos como siempre nuestro centro de actividad en los sindicatos y gremios estudiantiles, donde desarrollamos agrupaciones clasistas y combativas al calor de las luchas, impulsando huelgas y marchas, y mantuvimos a la vez el trabajo en algunos Comités de Base del FA en las barriadas proletarias.

Así llegamos a las elecciones del 2004 donde apoyamos al FA y llamamos a votar la lista 326 del Movimiento 26 de Marzo, y donde por primera vez triunfa el Frente Amplio, siendo electo presidente el Dr. Tabaré Vázquez.

Luego en el año 2005 nos vamos encontrando con los compañeros del Movimiento 26 de Marzo y de la Corriente de Izquierda, liderada en ese entonces por el compañero Helios Sarthou, quienes resisten dignamente ya las primeras manifestaciones de continuismo y proimperialismo del gobierno del FA, desde dentro del propio FA, del cual nuestro partido se retira.

            Gobierno que acuerda inmediatamente con el FMI, el pago de la deuda externa y sus condicionamientos y que ya había nombrado, antes de la asunción, como ministro de economía al Cr. Danilo Astori, lo que hicieron en la propia sede de dicho organismo en los EE.UU.

             Gobierno que mantuvo infamemente la privatización del agua potable en el departamento de Maldonado, desconociendo en gran triunfo popular en el plebiscito del 2004, donde se logró incluir en la Constitución que dicho servicio sea únicamente estatal. Lucha donde se destacó nuestro camarada Carlos Sosa, en ese entonces presidente de la Federación de Funcionarios de la OSE (FFOSE), y su agrupación clasista.

             Gobierno continuista de los gobiernos de la derecha tradicional, que no llevó adelante  tampoco el salariazo exigido desde la clase obrera luego de la caída salarial abrupta de más del 40% por la crisis económica y financiera de los años 1999-2002, y que el 28 de diciembre de 2005, encubierto vergonzosamente por las fiestas tradicionales hace votar en el parlamento y con el apoyo de la derecha tradicional el TPPI, un infame tratado de protección de inversiones con los EE.UU, luego vendrían otros y el intento de TLC.

La Asamblea Popular-Unidad Popular

 Ante esta situación el 21 de abril del 2006 la Corriente de Izquierda dirigida por el compañero Helios Sarthou, el Movimiento 26 de Marzo y el PCR, y compañeros independientes, clasistas y del movimiento social, convocamos a una asamblea multitudinaria donde se proclamó la fundación de la Asamblea Popular.

Asamblea Popular, Unidad Popular desde el 2012, que cumple ya 16 años y realiza su 11° Encuentro Nacional de Militantes, el 7 de mayo, para hacer un balance del trabajo, analizar la situación actual y las perspectivas.

En esos años todas las organizaciones políticas y los independientes de la AP, fueron abandonando el FA, en decisiones que fueron difíciles de tomar dadas las décadas de militancia, y que generaron también importantes defecciones. En esos años también se integraron nuevas organizaciones, como el Modeju (movimiento de jubilados y pensionistas), el Partido Humanista, el Movimiento Avanzar y otras que en estos años se retiraron de la AP-UP.

Nos hemos presentado ya en tres elecciones nacionales, en el 2009 obtuvimos alrededor de 17.000 votos, no llegando al 1% exigido para obtener un banca de diputado, lo que si se logró en el año 2014, con 27.000 votos. En dicha elección nuestro partido y su lista 960, en lo que fue su primera presentación como tal, obtienen 4.300 votos. En el año 2019 se retrocedió no logrando la banca, con alrededor de 20.000 votos.

Es de destacar que en los cinco años en que se tuvo la representación parlamentaria, que estuvo a cargo del compañero Eduardo Rubio del 26 de Marzo, el trabajo realizado fue muy productivo, presentando 17 proyectos de ley, el primero de los cuales fue de Anulación de la Ley de Caducidad de la pretensión punitiva del Estado, más conocida como la Ley de Impunidad por los crímenes cometidos durante la dictadura.

Los otros proyectos fueron en defensa de los trabajadores, contra la extranjerización de la tierra, en defensa de los tamberos chicos y medios, de la industria del cuero, la apicultura, el dragado nacional, etc.

Muy destacable fue el trabajo colectivo que se realizó en base a la participación de todas las organizaciones en las secretarías de la bancada. Desde allí nuestros camaradas participaron en casi una decena de proyectos e hicieron una experiencia muy importante en la preparación de los distintos temas.

Por ejemplo el día que presentamos el proyecto para la defensa y desarrollo de la industria del cuero, industria que estaba y sigue estando en una crisis muy profunda, se realizó por parte del sindicato del ramo, la UOC, un paro nacional con movilización al parlamento.

Otro aspecto muy importante del trabajo de la Unidad Popular, es el programático, donde se ha logrado profundizar y desarrollar durante todos estos años y convertirlo en un verdadero programa antiimperialista y radical que se corresponde con la perspectiva de la revolución democrática, agraria y antiimperialista, en marcha ininterrumpida al socialismo, que tenemos planteada en esta etapa histórica en nuestro país.

El trabajo de masas del partido

El trabajo en los sindicatos

Nuestro partido tiene definido el movimiento obrero como centro de gravedad de su actividad y tiene una larga tradición de trabajo dentro de la organización que nuclea a la inmensa mayoría de los sindicatos del país, el PIT-CNT (Plenario Intersindical de Trabajadores-Convención Nacional de Trabajadores.

El PIT fue la organización que logró cierta legalidad al final de la dictadura y la CNT, como convención, sin centralismo democrático, nace en setiembre de 1966, unificando las tres centrales sindicales preexistentes. A la salida de la dictadura estas se unifican  uniendo sus siglas.

En Uruguay la clase obrera es el 70% de la población, de unas 3.500.000 personas, y también los asalariados que son alrededor de 1.200.00, son el 70% de la PEA, población económicamente activa, aproximadamente. De ellos más de 300.000 están afiliados al PIT-CNT, siendo sin duda la mayor organización social del país.

Nuestro partido tiene una larga tradición en el trabajo clasista y combativo en los sindicatos, en los que en general, como sucede también con el PIT-CNT tiene mayoría el oportunismo reformista, fundamentalmente el revisionismo y la socialdemocracia. Es así que estamos integrados a agrupaciones clasistas en diversas alianzas, que incluso durante ciertos períodos han sido mayoría en varios sindicatos.

El clasismo en una concepción amplia, o sea el que en distinto grado impulsa la lucha unificada y combativa de la clase obrera, ha tenido alrededor del 20% de los delegados en los congresos del PIT-CNT y en muchas oportunidades logra derrotar al oportunismo en su Mesa Representativa y promover paros generales o medidas de lucha y solidaridad de importancia.

El trabajo en el movimiento feminista popular

El trabajo de nuestro partido en el Frente de Mujeres, que consideramos de gran importancia, dio un salto en la última década, desde el Taller por la Liberación de la Mujer, Célica Gómez, (que ya cuenta con más de 20 años de existencia) y que nuclea a nuestras camaradas y mujeres estudiantes y trabajadoras, ha crecido en cantidad e influencia al calor de desarrollo de las luchas por la igualdad social de la mujer, contra la violencia, por la legalización del aborto y demás reivindicaciones.

Las movilizaciones del 8 de marzo, por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se han convertido en las más numerosas en nuestro país, llegando varios años a ser hasta de 300.000 personas. Esto cayó por la pandemia pero este año ya hubo 100.000 mujeres en dicha movilización, además de que muchos sindicatos llevaron adelante un paro general de mujeres.

Es de destacar que en noviembre del año 2017, impulsado principalmente por nuestras compañeras en alianza con la Coordinadora de Feminismos y otras organizaciones, se realizó el 1er. Encuentro de Mujeres del Uruguay, que contó con una importante participación de delegaciones internacionales, de Argentina y Perú. Así también han participado en la organización de cada fecha importante como son los 3 de junio #ni una menos y los 25 de noviembre Día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer.

El trabajo en la juventud y el movimiento estudiantil

El trabajo en este frente de gran importancia se lleva adelante por la JCR, fundada hace 25 años, y se desarrolla fundamentalmente en el movimiento estudiantil.

Nuestro partido tiene larga tradición en este frente, llegando a ser muy grande su peso principalmente en la FEUU, Federación de Estudiantes Universitarios, en los años previos al golpe de estado de 1973 y en la propia huelga general que lo enfrentó.

Desde la salida de la dictadura se trabajó por la reorganización del frente, con muchas dificultades. Fue a partir de grandes luchas, con ocupaciones en secundaria y la propia Universidad, en la década del 90’, que se logró avanzar en la construcción de agrupaciones combativas en varias facultades, particularmente en Humanidades y Derecho, que se agruparon en la Corriente de Estudiantes del Pueblo.

El trabajo internacional del partido

Nuestro partido ha trabajado persistentemente en este sentido a pesar de las dificultades en este largo período de reconstrucción. Ya a la salida de la dictadura nos reencontramos con los camaradas del PCR de la Argentina con los que nos une la base ideológica, una historia en común y una larga amistad.

Desde 1992 a 2017 participamos de la reuniones de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxistas-Leninistas, (maoístas o pensamiento de Mao), donde participaron decenas de organizaciones de todos los continentes. Estas conferencias tuvieron siempre un apoyo político y organizativo muy importante del MLPD, Partido Marxista Leninista de Alemania.

Desde el 2018 integramos la ICOR, Coordinación Internacional de Organizaciones Revolucionarias, participamos de sus conferencias internacionales y de innumerables actividades y campañas de solidaridad.

Promovimos junto a los camaradas del PCR de Argentina, nueve Encuentros Antiimperialistas y Revolucionarios de América del Sur, que se realizaron en Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia.

La situación política en Uruguay

Luego de tres períodos de gobierno de Frente Amplio, donde se comprobó su carácter oportunista y continuista, y que gobernó al servicio de la burguesía intermediaria, el latifundio y el imperialismo, es derrotado en las elecciones del 2019 por una coalición de la derecha y la ultraderecha, donde predomina el Partido Nacional del presidente Lacalle Pou, partido que ha representado históricamente los intereses del  latifundio y del imperialismo.

Durante los gobiernos de FA, prácticamente se triplicó la deuda externa y se dio el fenómeno de concentración y extranjerización de la tierra más importante de la historia de nuestro país. Se avanzó en las privatizaciones, las tercerizaciones y la flexibilidad laboral. Es cierto que se reinstalaron los Consejos de Salarios pero estos funcionaron con imposición de límites por parte del gobierno y con la complicidad de la mayoría de los dirigentes sindicales oportunistas y afines a FA.

En cuanto a la política salarial, no hubo salariazo después de la gran crisis y caída del 2002, y en la medida que se recuperó la economía se fue recuperando salario, pero siempre en base a la lucha y al sacrificio de los trabajadores. En el último período junto al estancamiento económico también se fueron perdiendo fuentes de trabajo e incluso hubo caída de los salarios.

El gobierno de la coalición de la derecha, a pesar de la pandemia, impuso un inmediato ajuste fiscal, rebaja de salarios y jubilaciones y una ley de 476 artículos, la LUC, Ley de Urgente Consideración, con 130  de ellos represivos y punitivos, que limitan el derecho de huelga prohibiendo ocupaciones y piquetes, que atacan la educación pública, que promueven las privatizaciones y concentran la tierra.

Esta ley generó un gran repudio popular y se lograron 800.000 firmas para llamar a un Referéndum contra los 135 artículos, parte de los más graves. Este se llevó a cabo el 27 de marzo y a pesar de no haber triunfado, se lograron 1.078.000 votos, casi un 49%.

La época y las contradicciones interimperialistas

Es evidente que la invasión del imperialismo ruso a Ucrania ha puesto al mundo en una nueva situación, agudizando las contradicciones interimperialistas, aumentando el peligro de una tercer guerra mundial e instalado ya una nueva crisis económica internacional.*(declaración del partido)

Entendemos que seguimos en la época del imperialismo y la revolución proletaria definida por Lenin.

El imperialismo yanqui que si bien luego del colapso de la URSS quedó como la única superpotencia, política, económica y militar y es el más agresivo, está en declinación y en  un mundo multipolar, donde la China capitalista-imperialista actual ya le está disputando seriamente la hegemonía mundial, y donde están Europa (principalmente Alemania, Francia e Inglaterra), Rusia y Japón.

Hay también países imperialistas de segundo orden, como los países europeos pequeños, y la India, Brasil, Turquía, Arabia Saudita e Israel.

Entendemos que es de importancia decisiva que el proletariado observe bien las contradicciones interimperialistas, que las aproveche a su favor en la lucha revolucionaria, cuidándose de negarlas pero también de ponerse a la cola de tal o cual potencia en su disputa con las otras, lo que llevaría a una perpetuación de la explotación imperialista, del subdesarrollo y la dependencia.

En la actualidad, el imperialismo ruso finalmente ha invadido Ucrania y más allá de su argumentación esta acción es propia de la naturaleza de todo país imperialista – capitalista ‘‘que lleva la guerra como la nube al trueno’’ al decir de Lenin.

Esta invasión se produce por la necesidad de la gran burguesía rusa, en su disputa por la hegemonía a nivel mundial y para enfrentar el avance permanente del imperialismo yanqui y la OTAN sobre sus fronteras, desde la desaparición de la URSS en 1991.

La clase obrera no debe prestarse a ser carne de cañón de las burguesías imperialistas sino oponerse firmemente a estas y unir la lucha por la paz con la lucha revolucionaria por el Socialismo, siguiendo el ejemplo de los bolcheviques y la Revolución de Octubre.

Hacemos un llamamiento a la clase obrera a sumarse activamente a la lucha internacionalista por la paz, contra la guerra imperialista y la invasión rusa a Ucrania. [Declaración publicada en “Al Pueblo La Verdad N° 162 Marzo 2022]

Conclusiones

La primera conclusión es que no solo es necesario un partido proletario revolucionario en el Uruguay, como a nivel internacional, que sea un verdadero destacamento de combate de la clase obrera, sino que es posible persistir en la construcción partidaria en las más difíciles condiciones, basándose en el marxismo-leninismo-maoísmo y confiando plenamente en la clase obrera y el pueblo.

La segunda conclusión que queremos destacar es que para dicha tarea es de gran importancia el apoyo mutuo y la solidaridad entre los partidos de esta corriente ideológica, en un sentido amplio y de todas las organizaciones revolucionarias a nivel internacional.

Por último queremos afirmar en cada crisis del imperialismo-capitalista donde se agravan las contradicciones fundamentales del sistema, se avizora el surgimiento de un nuevo ciclo de revoluciones proletarias triunfantes que le abrirá paso al Socialismo, un sistema que llegó  a abarcar a la tercera parte de la humanidad y que durante décadas demostró su superioridad frente al capitalismo.

Referencias bibliográficas

Artículos

Melo, Nebio “Sobre la historia de nuestro Partido” en “Nebio Melo Cuesta ¡Presente!” en https://pcr.org.uy/?p=2774

Folletos

El Partido Comunista Revolucionario del Uruguay ante los 30 años del golpe militar fascista y la dictadura, Folleto de la Ponencia en Facultad de Humanidades junio de 2003 – Extracto. Texto completo en https://pcr.org.uy/?p=2974

Notas de periódicos

“Ante la invasión de Rusia a Ucrania: ¡NO a la guerra imperialista!” Al Pueblo La Verdad N° 162 Marzo de 2022.

“Preguntas y respuestas a un Comunista Revolucionario sobre el Movimiento Sindical” Folleto de circulación clandestina año 1974

Sitio Web:

Partido Comunista Revolucionario del Uruguay: www.pcr.org.uy


[1] Fracción liderada por Mario Echenique, cuyos integrantes terminaron definiendo a los militares fascistas como “nacionalistas” y finalmente apoyando a los partidos tradicionales.

[2] Ya se han realizado 9 Conferencias Internacionales. En 1996, en Montevideo se realizó el 1er Encuentro Revolucionario de A. del Sur, de nuestra corriente ampliada y recientemente en la Argentina se realizó ya el 7º Encuentro.

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