
El triunfo de la Revolución Socialista Rusa en 1917, conmovió el mundo y tuvo una gran repercusión en el desarrollo de la revolución proletaria internacional. Significó un gran salto para la humanidad porque por primera vez en la historia las grandes masas oprimidas, encabezadas por la clase obrera y su partido, en alianza con los campesinos pobres, lograron tomar el poder a través de una insurrección triunfante, que luego se extendió a todo ese gigantesco territorio, y establecer la dictadura del proletariado, el poder de los soviets, y por décadas construir el Socialismo, una sociedad sin explotados ni explotadores.
La Revolución de Octubre, dirigida por el Partido Bolchevique liderado por Lenin, abrió todo un período de revoluciones proletarias triunfantes, que se continuó luego de la 2ª Guerra Mundial, con la gigantesca Revolución China, y período en el cual se desarrolló el socialismo en la tercera parte de la humanidad, al establecerse también en Europa del Este, y posteriormente en Corea, Cuba y Vietnam, en una ola revolucionaria que abarcó el mundo entero.
El proletariado ruso mostró al mundo que en la época del imperialismo, la fase superior del capitalismo, la revolución proletaria se ponía al orden del día, que esta se desarrolló por etapas y en forma ininterrumpida, la democrático-burguesa que derrocó al zarismo en febrero y la socialista de octubre. Demostró que podía triunfar inicialmente en un solo país, en el que si bien había un desarrollo capitalista acelerado, era todavía un país atrasado por el lastre del feudalismo en relación a las potencias europeas y a los EE.UU.
Decía Lenin: “La desigualdad del desarrollo económico y político es una ley absoluta del capitalismo. De aquí se deduce que la victoria del socialismo empiece por unos cuantos países capitalistas, o incluso por un solo país capitalista. El proletariado triunfante de este país, después expropiar a los capitalistas y de organizar la producción socialista dentro de sus fronteras, se enfrentará con el resto del mundo capitalista, atrayendo a su lado a las clases oprimidas de los demás países, levantando en ellos la insurrección contra los capitalistas, empleando, en caso necesario, incluso la fuerza de las armas contra las clases explotadoras y sus estados”. (“La consigna de los Estados Unidos de Europa”)
Mostró al proletariado mundial como se hace la revolución, los rasgos generales de la revolución proletaria en la época del imperialismo capitalista y al llevar esta gigantesca tarea a la práctica, con todo lo nuevo que tuvo que resolver, también desarrolló el marxismo con aportes imprescindibles que lo llevaron a una nueva etapa, el marxismo-leninismo.
La Revolución China con Mao Tse-tung, al frente del PCCH, desarrolló el proceso revolucionario, a través de una guerra popular y prolongada, del campo a la ciudad, que fue liberando zonas rojas en las que se instalaba el estado democrático-popular de Nueva Democracia, y que el 1° de Octubre de 1949, con la toma del poder en todo el país inicia la etapa socialista.
Como en Rusia el proletariado fue la clase de vanguardia de la revolución, pero en China el campesinado fue la fuerza motriz principal.
Mao resuelve, sobre la base teórica del marxismo-leninismo, nuevos y fundamentales problemas de la revolución proletaria, en la teoría y en la práctica, que tienen que ver con las características de las revoluciones en los países oprimidos por el imperialismo.
Enfrenta el revisionismo moderno, que encabezado por Jrushev, triunfa en el 20º Congreso del PCUS, en 1956, cambiando el carácter de clase del PCUS y del Estado, abriendo el camino a la restauración del capitalismo en la URSS. Demuestra que el ascenso del revisionismo al poder es el ascenso de la burguesía al poder.
Con esta verdadera tragedia para la clase obrera internacional y los pueblos oprimidos del mundo se comprueba que el socialismo, como plantearon Marx y Lenin, implica una larga etapa histórica en la que siguen existiendo las clases y la lucha de clases, la lucha entre el camino socialista y capitalista y el peligro de restauración capitalista, además de la agresión e intervención imperialista.
El revisionismo moderno se extendió a la mayoría de los Partidos Comunistas del mundo y tuvo en Rodney Arismendi su principal exponente en nuestro país, quien con su camarilla revisionista logra copar la dirección del Partido Comunista a partir del 16º Congreso, en 1955.
Se inició allí el proceso liquidador, con el abandono de las posiciones revolucionarias, congreso tras congreso, convirtiendo un partido proletario revolucionario en un partido reformista electorero, subordinado totalmente además a los intereses de la URSS convertida desde 1957 en una potencia socialimperialista.
Mao y el PCCH dan la lucha en el Movimiento Comunista Internacional y llevan adelante la Gran Revolución Cultural Proletaria, que resiste al revisionismo y la restauración capitalista en China, por diez años.
Sus aportes en los más diversos terrenos, significaron el desarrollo del marxismo a una nueva etapa, el marxismo-leninismo-maoísmo.
Con la derrota de dicha revolución y el ascenso de Ten Siao- ping, luego de la muerte de Mao (9/9/76), triunfa el revisionismo en el PCCH, y se produce el proceso de la restauración capitalista también en China. Se cierra con ello un ciclo de avance y desarrollo de la Revolución Proletaria a nivel mundial.
Todo este período histórico riquísimo, fue iniciado e influenciado por la Revolución Rusa, gran parte de un siglo donde centenares de millones de hombres y mujeres explotados del mundo hicieron sacrificios gigantescos, hicieron la historia actual , llevaron adelante el Socialismo, demostrando en la práctica su superioridad frente al capitalismo y dejaron enseñanzas que tomará la clase obrera y los pueblos oprimidos del mundo para llevar adelante un nuevo ciclo de revoluciones proletarias triunfantes.
Significación y Vigencia de la Revolución de Octubre
Se preguntaba Lenin, en el capítulo 1° de “La enfermedad infantil del «izquierdismo» en el comunismo”,¿en qué sentido se puede hablar de la significación internacional de la Revolución Rusa? .Y contestaba:
“En los primeros meses que siguieron a la conquista del Poder político por el proletariado en Rusia (25. X.-7. XI. 1917), podía parecer que, a consecuencia de las enormes diferencias existentes entre la Rusia atrasada y los países avanzados de la Europa occidental, la revolución del proletariado en estos últimos se parecería muy poco a la nuestra. En la actualidad contamos ya con una experiencia internacional más que regular, que demuestra con absoluta claridad que algunos de los rasgos fundamentales de nuestra revolución tienen una significación no solamente local, particularmente nacional, rusa, sino también internacional. Y hablo de la significación internacional no en el sentido amplio de la palabra: no son sólo algunos, sino todos los rasgos fundamentales, y muchos secundarios, de nuestra revolución, los que tienen una significación internacional, desde el punto de vista de la influencia de dicha revolución sobre todos los países. No, hablo en el sentido más estrecho de la palabra, es decir, entendiendo por significación internacional su importancia internacional o la inevitabilidad histórica de la repetición en escala internacional de lo que ocurrió en nuestro país, esta significación debe ser reconocida en algunos de los rasgos fundamentales de nuestra revolución. Naturalmente, sería un tremendo error exagerar esta verdad extendiéndola más allá de algunos rasgos fundamentales de nuestra revolución.” …
“Pero en este momento histórico se trata precisamente de que el ejemplo ruso muestra a todos los países algo, y algo muy sustancial, de su futuro próximo e inevitable. Los obreros avanzados de todos los países hace ya tiempo que lo han comprendido y, más que comprenderlo, lo han percibido, lo han sentido con su instinto revolucionario de clase.
De aquí la «significación» internacional (en el sentido estrecho de la palabra) del Poder soviético y de los fundamentos de la teoría y de la táctica bolchevique. Esto no lo han comprendido los jefes «revolucionarios» de la II Internacional, como Kautsky en Alemania, Otto Bauer y Federico Adler en Austria, que se convirtieron por esto en reaccionarios, en defensores del peor de los oportunismos y de la social-traición”.
No lo han comprendido, decimos nosotros, ni la socialdemocracia ni el revisionismo hasta el día de hoy, o mejor dicho no lo han querido comprender por sus limitaciones de clase y su defensa del sistema explotador.
La significación internacional de los rasgos generales de la Revolución Rusa se ha demostrado en todas las revoluciones proletarias en estos 100 años. Estas revoluciones han demostrado la necesidad del partido revolucionario de la clase obrera, un verdadero Partido Comunista. Han demostrado la inevitabilidad de la toma del poder por la violencia revolucionaria de la clase obrera y el pueblo, ya que las clases dominantes jamás entregarán pacíficamente sus privilegios, y la necesidad de la sustitución del viejo estado, organización de las clases dominantes y el imperialismo por un estado revolucionario hegemonizado por la clase obrera.
Decía Lenin: “La revolución proletaria es imposible sin la destrucción violenta de la máquina del Estado burgués y sin su sustitución por una máquina nueva” (T 23, pág 342).
Estado revolucionario que apoyándose en la clase obrera, el campesinado pobre y el pueblo, pueda ir construyendo la nueva sociedad socialista y enfrentar a la vez los permanentes intentos de restauración capitalista, a través de la guerra civil, de golpes de Estado y de guerras e intervenciones imperialistas, como enfrentó heroicamente la URSS, siendo bajo la dirección de Stalin, al frente del PCUS, la fuerza fundamental en la derrota del Nazismo en la segunda Guerra Mundial.
*Extracto del texto por el 100° aniversario.





