Recorte y pérdida salarial como política de gobierno
Sobre el 30 de junio (horas antes del ingreso del Proyecto de gobierno de Rendición de Cuentas) fue firmado el acuerdo salarial presentado como logro por COFE. ¿Esto fue tan así? El gobierno expresó a través de su Ministra de Economía que “al final del período de esta Administración el salario real va a estar en un nivel superior a lo que estaba inicialmente” (Parlamento 7/7/22).
En declaraciones realizadas por COFE en febrero pasado, se denunciaba una perdida salarial entre los años 21 y 22 de más de 6%. Fue ejemplificada tal pérdida sobre un sueldo nominal de $30.000 en una cifra de $41.000 pesos de salario en el período: casi 1 mes y medio robado del bolsillo.
Al gobierno, poder ajustar los salarios por debajo del aumento inflacionario le permitió rebajar el déficit del Estado, asegurando el pago de intereses de la Deuda Externa y continuar exonerando a los grandes capitales. Somete así al salario a una pérdida que no recupera, ni pretende recuperar. A esto sumarle la pérdida de puestos laborales en la Administración Central estatal que significaron una reducción de 2.000 millones de pesos.
Convenio firmado: diluye la perdida salarial y reduce el poder adquisitivo
Trás conocer el convenio de COFE y las palabras de la Ministra, lo primero es reconocer que hay una leve diferenciación en los ajustes salariales con énfasis en los que ganan menos de $80.000 nominales. Según COFE, representa el 85% de los trabajadores del Estado.
El aspecto central es que NO hay AUMENTO salarial, sino ajustes y sobre ajustes con cifras en inflación proyectada por el gobierno que el trabajador va llevando de atrás al final del período de gobierno. La famosa recuperación salarial se estira a diciembre de 2025.
Se incluye una partida fija de $1.500 inyectada en los salarios hasta los $80.000 y se asume que no se recuperará lo perdido en sueldos superiores a esa cifra, algo que el gobierno buscaba hacer.
Es mentira lo que dice la Ministra de Economía: el ajuste consagra lo perdido para no hacer crecer los salarios y se ajustará el adelanto de 2% en agosto (a descontar de enero 2023) sobre lo que COFE decía estar en contra meses atrás.
Trás el acuerdo salarial con los sindicatos policiales del 14 de julio, se notaba que el gobierno tenía capacidad para otorgar aumentos mayores. Aunque la postura histórica del movimiento sindical es indicar la política de sacar recursos del gran capital finaciero, del pago de la deuda externa, de las enormes exoneraciones fiscales a los monopolios y de las fuerzas represivas, que reciben saldo favorable en el presupuesto nuevamente.
El problema de la táctica sindical
En suma, mientras el enriquecimiento de los dueños del gran latifundio y los monopolios, así como los exportadores de grano se incrementa, el poder adquisitivo de la clase obrera quedará a mismos niveles de 2019: se pierde ingreso. Aún así, las corrientes mayoritarias tanto en COFE como en el PIT CNT abrazan un convenio que condena las condiciones vida de la mayoría del pueblo. Identificamos una táctica defensiva en la cual se moviliza una vez sólo de una parte (Paro parcial sólo Montevideo de COFE) jugando al achique ante las medidas de lucha.
Hay que lograr diferenciarse desde el clasismo ante el retroceso en las medidas de lucha. Las grandes movilizaciones tanto de COFE (16/6) como del 7 de julio del PIT CNT, demuestran la capacidad de las masas de salir a las calles. Mientras se mide a cuentagotas los golpes al gobierno, vienen en avance la quita de derechos en licencias médicas, pérdida de puestos de trabajo y la reforma de la seguridad social. ¡La lucha popular debe ocupar decididamente el centro del ring!
Milton